El Banco de España recibió el año pasado un total de 79 denuncias contra empresas y entidades radicadas en Extremadura. Según el anuario del organismo emisor, la comunidad autónoma es una de las que más reclamaciones presenta, hasta el punto de que el volumen de quejas contra el sector financiero extremeño ha aumentado cerca de un 30% en sólo un año.

Los extremeños están cada vez más concienciados por los desencuentros que sufren con las entidades financieras y bancarias. El año pasado se registraron en la región 79 denuncias, por las 60 que se habían originado en el 2001, lo que supone un incremento del 27,3%. Este aumento sitúa a la comunidad como la cuarta de toda España en cuanto a crecimiento de las reclamaciones, sólo por detrás de Cantabria, Aragón y Castilla y León.

Por otra parte, el informe del Banco de España señala que en términos relativos la región extremeña está entre las que presentan más quejas.

De esta forma, los extremeños interpusieron el año pasado 7,9 reclamaciones por cada mil millones de euros que había en créditos y depósitos bancarios.

REGION BELIGERANTE

Esto coloca a Extremadura como la séptima más beligerante con las entidades bancarias y muy por encima de la media nacional, que está en 6,5 denuncias por cada mil millones de euros en el sistema financiero.

Por lo que se refiere a las empresas denunciadas en la región, la amplia mayoría de las reclamaciones se presentaron contra entidades bancarias nacionales, mientras que las menos se dirigieron a las cajas de ahorros de la comunidad autónoma. Al igual que en toda España las entidades con más quejas de los usuarios fueron el Banco Santander Central Hispano, el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria y la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid.

Como cada año la mayoría de las protestas corresponden a asuntos relacionados con discrepancias sobre algún apunte en la cuenta, sobre comisiones y gastos o sobre el uso de las tarjetas de crédito.

Entre los expedientes del Banco de España favorables a usuarios extremeños, uno de ellos se refiere al bloqueo injustificado durante meses de una cuenta corriente debido a que la entidad bancaria sospechaba de su presunto uso fraudulento. Problemas con la subrogación de una hipoteca, la no cancelación de una orden de pago pese a la orden del cliente o la cancelación de letras de pago sin aviso previo son sólo algunos de los problemas.