Siete de los 17 vagones que componían un tren de mercancías procedente de la localidad madrileña de Vicálvaro, con destino a Jerez, descarrilaron ayer a pocos metros de la estación de ferrocarril de Mérida y encima de un paso elevado por el que transitan vehículos y personas. El suceso no provocó daños personales ni a materiales ajenos a los del propio tren.

El accidente ocurrió pasadas las 8 de la mañana cuando se disponía a realizar un cambio de vía para entrar a la estación de Renfe. El fallo de uno de los vagones hizo descarrilar al resto, provocando el peligro en la zona que transcurre entre el camino viejo de Mirandilla y la Avenida de Extremadura, que fue acordonada y cortada al tráfico para evitar daños mayores. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varias grúas de gran tonelaje para retirar los vagones de la zona peligrosa y evitar que pudieran caer sobre la calle y está previsto que hoy terminen los trabajos.

La compañía Renfe ha iniciado una investigación para averiguar las causas del accidente, aunque las primeras hipótesis apuntan al exceso de carga de los vagones --80 toneladas cada uno--, que ivan cargados de bobinas de hierro. Sin embargo, ninguno perdió su carga y tampoco impidió que los trenes de viajeros entrasen y saliesen de la estación sin problemas.

ACEDO PIDE CAMBIOS

El alcalde de Mérida, Pedro Acedo, se desplazó hasta el lugar de los hechos y señaló a EL PERIODICO que el siniestro supone "un aviso de que la estación no debe estar ahí, porque, pese a que afortunadamente no ha pasado nada, ha estado a un pelo de volcar en la calle, habiendo un claro peligro". En su opinión, la estación de ferrocarril "debe desaparecer de esta zona y estar en torno al centro de transportes o el recinto ferial".