Expertos en botánica de la Junta han localizado en Extremadura nuevas poblaciones de dos flores únicas en el mundo y que se encuentran en peligro de extinción. Son la orquídea ibérica Serapias Pérez-Chiscano y la leguminosa Astragalus Ginés-López, dos especies de flora que únicamente se pueden encontrar en tierras extremeñas.

Hasta la fecha solo se habían localizado unos 500 ejemplares de la citada orquídea en el área pacense de la cuenca del Guadiana. El primer inventario sobre ella data del 2004. Ya en el 2008, tras los trabajos desarrollados por los Servicios Técnicos de Conservación de la Naturaleza de la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente, se han descubierto en los últimos meses más de 5.000 ejemplares, ampliando su distribución a la cuenca del Tajo, en Cáceres.

Esta orquídea es una de las siete especies botánicas incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas como en peligro de extinción, el máximo nivel de protección de los cuatro posibles que contempla el catálogo autonómico.

En el caso de la leguminosa denominada Astragalus Ginés-López, descrita por botánicos extremeños en los años 90, hasta ahora solo se conocían unos 200 ejemplares, localizados en tres núcleos en el término municipal de La Morera. Sin embargo, esta primavera se ha localizado una gran población que supera los 200 ejemplares en los municipios próximos, en áreas muy estables, donde no hay grandes problemas para la peculiaridad de la especie y su distribución.

La población actual llega, por tanto, a los 400 ejemplares en dos áreas próximas, lo que a juicio de los expertos que las han analizado constituye "un hallazgo sin precedentes al ser las únicas conocidas a nivel mundial".

"UN EXITO" El director general del Medio Natural, Guillermo Crespo, ha destacado el éxito del Programa de Conservación que actualmente se desarrolla desde la consejería: "En Extremadura disponemos de un sistema de control, seguimiento, vigilancia y de censo pionero en España, que está dando unos resultados excelentes para el conjunto de las especies de flora incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas".

En opinión de Crespo la aparición de estos nuevos ejemplares en la comunidad "es, sin lugar a dudas, una excelente noticia para la conservación de la flora en Extremadura, y nos da idea de la buena salud ambiental de la vegetación en la región".

Crespo ha querido hacer también un reconocimiento a los profesionales que han intervenido en los trabajos y que han llevado a cabo una labor importante al localizarlas, y en las tareas posteriores de control y registro de las mismas. "Por tanto, es un éxito para Extremadura y un éxito de todos, pero fundamentalmente de los agentes, técnicos y coordinadores del trabajo que lo han hecho posible", valora el responsable de Medio Ambiente.

Otras especies que han sido objeto de seguimiento por parte del Servicio de Conservación de la Naturaleza son: la Centáurea toletana, subespecie Tentudaica, cuya totalidad de la población mundial se encuentra en la provincia de Badajoz. Cada año, los agentes controlan cada uno de los 500 ejemplares existentes en los robledales de las zonas más altas, en las proximidades de algunas carreteras, existiendo un plan de colaboración con los ayuntamientos de la comarca y la Diputación de Badajoz, para evitar que las tareas de mantenimiento de las carreteras afecten a estas plantas.

MAS ESPECIES También están bajo control la Ceratocapnos heterocarpa, de la que se han hallado numerosas poblaciones hasta ahora desconocidas, y el Carduncellus quatrecas, otro endemismo de la provincia de Badajoz, propio de los suelos profundos y arcillosos de Tierra de Barros, su área de distribución es mucho mayor de lo que se estimó en principio, ocupando la franja al norte del río Guadiana, desde Mérida a Badajoz, al sur de la Sierra de San Pedro, ampliándose su área de distribución en más de un 40%

El Proyecto para la Recuperación de la Flora y Fauna Amenazada de Extremadura, se enmarca dentro del Programa de Control de la Red Natura 2000, desarrollado por la Junta, y está dotado con un millón de euros, que cofinancia la Unión Europea.