El Plan diseñado para la regeneración económica de la zona de influencia de la mina Aguablanca tras el cese de la actividad en la explotación prevé invertir 10,8 millones de euros durante los próximos tres años en acciones como una Escuela Profesional y la contratación durante un año de 30 personas cada ejercicio.

El consejero de Economía e Infraestructuras, José Luis Navarro, y el presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, detallaron las medidas del plan, que tiene seis líneas de actuación, tras mantener una reunión con los alcaldes de los municipios objeto del mismo.

Así, les han acompañado los regidores de Monesterio, Antonio Garrote; de Montemolín, Juan Elías Megías; y la de Calera de León, Mercedes Díaz. Los tres municipios (más las dos pedanías del segundo) suman una población de 6.700 personas y hay 731 parados.

Navarro justifica la puesta en marcha de este plan «excepcional» en el impacto negativo que supuso en la zona el cierre de la mina Aguablanca en Monesterio, que afectó a «más de 100 trabajadores directos y varios cientos de puestos de trabajo indirectos».

Y aunque reconoce que «no hay perspectivas a corto y medio plazo» de que se pueda reanudar la actividad en la mina --que cuenta con la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable a la extracción de níquel en galerías subterráneas--, asegura que «esa posibilidad está abierta» y no renuncian a ella en ningún caso, según informa EFE.

Entre tanto, entiende que es preciso promover la actividad económica, productiva y laboral en esta zona minera, dentro de la comarca de Tentudía, para conseguir su revitalización socioeconómica que es lo que se pretende con este plan.

En la financiación del mismo, que se nutre de fondos europeos, colaboran distintas administraciones: la Junta, que aporta el 72,8% del total del presupuesto; la Diputación de Badajoz, con el 17,3%, el Ayuntamiento de Monesterio (8,3%) y otras entidades, como el Grupo de Acción Local (1,6%).

Tanto Navarro como Gallardo lamentan que el Gobierno central se haya negado a participar en este plan «excepcional», cuando año tras año financia programas específicos en otras comarcas mineras españolas en declive, fundamentalmente de carbón.

El plan se divide en seis líneas de actuación: promoción empresarial y captación de inversiones; fomento del empleo y de la cualificación profesional; potenciación de infraestructuras; dinamización turística; aprovechamiento específico de la mina y activación social.

Navarro señaló que hay una medida «en reserva» por si finalmente se produjera el cierre definitivo de la explotación que es el plan de restauración por parte de la empresa de la mina, con una inversión «posiblemente superior a 15 millones», para la recuperación ambiental de los terrenos.

Gallardo destacó las «amplias posibilidades» de esta zona al estar «muy bien comunicada» con Sevilla, valoró que las administraciones se hayan puesto manos a la obra para trabajar en un plan alternativo para reactivarla, algo que para la Diputación es «un reto, una responsabilidad y una obligación». La Diputación, dijo, no se cierra a ampliar su aportación si fuera necesario y resaltó que el plan esté «vivo y abierto» a introducir aquellas mejoras y cambios que resulten «beneficiosos».