El administrador único de la empresa Tecnogranit SL, una firma ubicada en Don Benito, es el protagonista de una de las mayores estafas empresariales ocurridas en la región. S. S. B., de 54 años y vecino de la citada localidad pacense, ideó un plan financiero para la creación de seis sociedades filiales en el extranjero con las que pretendía desarrollar una red de distribución y promoción del granito extremeño en varios países. Todo falso. Pero consiguió estafar a la Junta de Extremadura 1.487.000 euros (248 millones de pesetas) en subvenciones para su proyecto antes de ser descubierto.

Después una minuciosa investigación, en la que también ha participado la Unidad Nacional de Europol España, S. S. B. ha sido detenido por miembros del Grupo de la Policía Judicial de la Comisaría de Mérida como presunto autor de un delito contra la Hacienda Pública, motivo por el que el juez ha decretado su ingreso en prisión.

Las investigaciones se iniciaron tras una denuncia presentada por la Consejería de Economía y Trabajo, al detectar irregularidades graves por parte de la empresa Tecnogranit en la solicitud y obtención de ayudas.

EL FALSO PLAN En la denuncia se ponía de manifiesto que S. S. B. había solicitado en 1997 subvenciones para llevar a cabo un plan financiero de promoción industrial y apertura de nuevos mercados por un valor de 2.342 millones de pesetas. El objetivo de Tecnogranit era crear una red de distribución de granito extremeño en los mercados de Frankfurt, Nüremberg, Normandía, Bruselas, Lisboa y Carrara.

El expediente siguió sus trámites y la Dirección General de Promoción Industrial dictó una resolución por la que se concedía a la empresa dombenitense una ayuda de 776 millones de pesetas, correspondiente al 35% de la inversión proyectada.

Poco tiempo después, Tecnogranit pedía una liquidación parcial de la ayuda por un importe correspondiente al 35% del montante de la inversión que, aseguraba, se había realizado hasta esa fecha. Al conocer esto, desde la consejería se aprobó conceder el pago de 248 millones de pesetas para responder al citado porcentaje de la inversión, que Tecnogranit había justificado mediante cuatro facturas expedidas por una empresa ubicada en Alemania y denominada Nature Stone, cuyo representante, se aseguraba, era un alemán, Karl Hauptmann.

Posteriormente, la empresa dombenitense presentó una segunda solicitud de liquidación parcial por un importe de 210 millones de pesetas, correspondientes al 35% de la inversión subvencionable ejecutada en el periodo de mayo a octubre del 2000. Pero, curiosamente, unos días más tarde y sin una explicación Tecnogranit envió un escrito de renuncia a la inversión restante, declarando también anulada la segunda liquidación parcial presentada.

Una vez elaborados los informes necesarios, la Secretaría General Técnica de la Consejería de Economía aprobó el pago de los 248 millones de pesetas, que se produjo mediante dos transferencias en octubre del 2001, una por valor de algo más de 203 millones y otra por 44,5 millones.

SE DESCUBRE TODO Cuando desde la Junta se inició el control financiero de Tecnogranit para comprobar el cumplimiento de los requisitos exigidos, se descubrió que la documentación justificativa de la inversión podía ser falsa. Entre otras cosas, no existía la empresa Nature Stone, las facturas eran falsas y Tecnogranit no había concretado las actuaciones realizadas ni el valor económico de las campañas de promoción y difusión. Además, los estudios de viabilidad facturados por Nature Stone carecían de rigor científico y técnico y no guardaban relación con el importe abonado a la empresa dombenitense.

Una vez interpuesta la denuncia por parte de la consejería, la Policía Judicial inició una investigación en colaboración con Europol España, que confirmó que Nature Stone no existía y que Karl Hauptmann nunca había representado a la citada firma. De momento, la investigación continúa abierta a fin de determinar si han participado otras empresas en la trama.