Abel Ferreras, el que hasta hace apenas dos semanas era director de la entidad BanCorreos en la localidad de Madrigalejo fue detenido por la Guardia Civil en la capital cacereña a primera hora de la tarde de ayer como supuesto autor de un delito de estafa y falsedad documental, cometido supuestamente como responsable de esa entidad y al que han denunciado 40 vecinos de la localidad.

El detenido permanecía anoche en las dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil cacereña y está previsto que hoy preste declaración en los juzgados de Logrosán desde las nueve de la mañana. Cabe recordar que Ferreras fue denunciado por presunto fraude tras comprobar los vecinos que habían desaparecido de sus cartillas de ahorro en torno a un millón y medio de euros que habían depositado en fondos de inversión y planes de pensiones.

La noticia la confirmó ayer la delegada del Gobierno, Carmen Pereira, que apuntó que "ahora se seguirán las diligencias oportunas" para que el detenido sea "puesto a disposición judicial". Las víctimas de esta supuesta estafa invirtieron en planes de pensiones y fondos de inversión, en la mayoría de los casos, por los altos intereses prometidos por el presunto estafador.

Según pudo confirmar anoche EL PERIODICO, el detenido reconoció la estafa ante la Guardia Civil. Se mostró arrepentido y se erigió como único responsable, a la vez que aseguró que intentará devolver todo el dinero.

El presunto fraude se destapó el pasado día 15 cuando se supo que Correos y Telégrafos había presentado ante la Guardia Civil una denuncia contra el entonces director de la oficina por supuestas irregularidades con el dinero de esta entidad, perteneciente a esta empresa postal. La denuncia se basaba en supuestas malas prácticas y tras las reclamaciones presentadas por los vecinos.

Todo se descubrió por la insistencia de un vecino por recuperar los ahorros de su padre fallecido de un fondo de inversiones. "Fue a la oficina de Deutsche Bank de Miajadas y allí le dijeron que era una cuenta ficticia, y también se fue a la sucursal de Pela y le dijeron lo mismo", comentaba hace unos días un vecino. A partir de ese momento los afectados comenzaron a extenderse y al director no se le volvió a ver desde entonces por el municipio en el que llevaba más de 30 años viviendo.