Ignacio Varela Gómez es un placentino de 25 años que fue detenido ayer en Fuenlabrada por su vinculación a un comando terrorista del GRAPO al que se atribuyen también atracos a furgones y entidades bancarias de distintos puntos del país. El joven, conocido también como Bouzas y Marcos , podría estar planeando otro robo en el momento de su detención junto a otros dos jóvenes también con antecedentes de pertenencia a banda armada.

Varela fue identificado como uno de los ocupantes de un piso en Valladolid utilizado por los GRAPO y abandonado posteriormente, según informó ayer Efe, y tenía una orden de búsqueda e ingreso en prisión del juzgado número cuatro de la Audiencia Nacional por delitos de terrorismo además de antecedentes por numerosos robos.

DE FAMILIA Su vinculación a los GRAPO le viene de familia porque su madre, María Victoria Gómez Méndez, fue condenada en Francia a ocho años de cárcel tras ser detenida en París en el 2000. Según ha podido saber EL PERIODICO, el grapo detenido ayer nació en Plasencia, pero se marchó de niño y sólo su madre solía volver esporádicamente para visitar a la abuela en el piso que aún posee en el barrio de San Juan aunque no lo habita nadie porque ésta también abandonó la ciudad hace años.

Con su detención junto al leonés Santiago Francisco Rodríguez Muñoz alias Forestal --de 32 años-- y la gallega Mónica Refojos Pérez, de la misma edad, las fuerzas de seguridad han arrestrado a casi una cuarentena de supuestos miembros del GRAPO desde que la banda reinició su actividad armada en mayo del año 2000. Este presunto comando estaba siendo investigado tras varios atracos, el último en Alcorcón, y ayer fue detenido en una zona de Fuenlabrada donde venían merodeando últimamente y donde se concentran numerosas sucursales de entidades bancarias con fácil acceso a la carretera de Leganés y a las N-IV, N-V y N-401, por lo que la policía sospecha que estaban tramando otro robo.

Agentes de la Brigada de Información de Madrid los dio ayer el alto en la vía pública a primera hora de la mañana cuando salían de una cafetería. En el atraco a una oficina de Caja Madrid en Alcorcón actuaron también juntos el placentino y el leonés y se apoderaron de casi 200.000 euros tras amenazar con sendas pistolas al director de la sucursal identificándose como miembros de la banda terrorista GRAPO.