Sobre las 03.40 horas de la madrugada de ayer las fuerzas de la Guardia Civil detuvieron en Trujillo a J. F. P. R., de 45 años, natural y vecino de Miajadas, como presunto autor de la muerte por arma de fuego de su convecino J. P. F. C. Al detenido se le intervinieron dos escopetas debidamente legalizadas a su nombre, así como el vehículo utilizado en la fuga, una furgoneta Citroen C-15, también de su propiedad.

Al cierre de esta edición, las fuerzas de seguridad no habían recuperado el arma empleada por J. F. P. R. para cometer el homicidio. El detenido fue entregado al Juzgado de Instrucción de Guardia de Trujillo, donde ayer prestó declaración.

Como ya informó este diario en su edición de ayer, el suceso que ha conmocionado a la localidad cacereña de Miajadas tuvo lugar el sábado, cinco minutos antes de las dos de la tarde, cuando el detenido realizó varios disparos con una pistola del calibre 22 sobre J. P. F. C., que murió prácticamente en el acto, a pocos metros de su casa de la calle Mimbrera, donde se produjeron los hechos. El presunto autor se dio a la fuga.

En el pueblo se vivieron ayer dramáticas escenas de dolor durante el funeral del fallecido, que se celebró en la iglesia de Santiago Apóstol, a pocos metros del ayuntamiento. Hasta el templo, que estaba abarrotado, se acercaron cientos de miajadeños consternados por la muerte de J. P. F. C., que tenía 40 años, estaba casado y tenía una hija que en el mes de septiembre cumplirá 12 años. El finado era conductor de la cooperativa local de Ambulancias Angeles Amigos SL y pertenecía a una familia de tres hermanos que era muy conocida y querida en el pueblo.

´EL CASO ARNY DE MIAJADAS´

Los hechos que han culminado en este asesinato se remontan a hace tres años cuando se destapó el llamado caso Arny de Miajadas . Los padres de una joven menor de edad denunciaron a nueve vecinos miajadeños, entre ellos el fallecido, por los delitos de violación, agresión sexual, inducción a la prostitución y amenazas, cometidos en la persona de su hija.

De los nueve denunciados, sólo cuatro acudieron a juicio, entre ellos J. P. F. C. La sentencia sólo les condenó por inducción a la prostitución y al pago de una indemnización a la menor. El fallo se recurrió y hace 15 días, una nueva sentencia de la Audiencia Provincial de Cáceres reducía aún más la pena: la joven no recibía indemnizaciones y tenía que correr con los gastos del procedimiento, algo que presuntamente enojó tanto a su padre, que acabó con la vida de J. P. F. C.

El abogado de la defensa, y por ende del fallecido, Juan Carlos Bohoyo, confirmó ayer a EL PERIODICO EXTREMADURA que se personará como acusación particular y que a partir de la próxima semana estudiará el caso. Adelantó que su intención y la de la familia a la que representa es que al presunto autor de los hechos se le condene por un delito de asesinato y no por homicidio.

Bohoyo indicó que aún no ha llegado a sus manos el atestado, puesto que lo está elaborando la policía judicial. Sí subrayó que, verbalmente, ha sabido que al menos existe un testigo presencial de los hechos. El letrado añadió que la detención de J. F. P. R. ha sido una liberación. "Mucha gente --dijo-- se ha quedado tranquila". Señaló que, dadas las circunstancias del caso, lo lógico era que el juez instructor haya decretado la prisión sin fianza del detenido.

Como ya publicó ayer este diario, durante el proceso se dieron a conocer más de 20 cartas de amor que la menor había enviado al fallecido diciéndole que estaba enamorada de él y que no pararía hasta que dejara a su mujer. Los padres y la joven continúan viviendo en Miajadas.