Nueve integrantes de dos bandas delictivas han sido detenidos por agentes del Cuerpo Nacional de Policía en distintos puntos de Extremadura y Madrid por delitos de falsificación documental y asociación ilícita. Estas dos organizaciones clandestinas desarticuladas se dedicaban a falsificar diplomas de guardia de seguridad para que los compradores pudieran presentarse a pruebas del Ministerio del Interior para obtener los títulos de vigilante privado. De momento se han podido recuperar 33 títulos ilegales.

La investigación de esta operación policial, denominada Cantera , se inició por parte de funcionarios de la Comisaría de Cáceres en marzo pasado, al tener conocimiento, tras una denuncia, de que se estaban expidiendo diplomas falsos de distintas especialidades de seguridad privada, con el anagrama de una academia de esta ciudad, según confirmó ayer la Delegación del Gobierno en Extremadura.

Estos diplomas eran vendidos posteriormente a un precio inferior al que cuesta obtenerlo en las academias habilitadas al efecto, logrando con ello "un gran beneficio económico".

En un primer momento, la policía logró detener a cinco personas --P. H. P., de 59 años; M. M. P., de 40 años; T. S. R., de 45 años; D. S. S., de 48 años, y A. I. G. G., de 45 años-- en las localidades de Cáceres, Mérida y Don Benito.

Estos individuos formaban un grupo con una estructura jerarquizada, con división de tareas y funciones, todo ello para el desarrollo de su ilícita actividad, a los que lograron intervenir tres diplomas falsificados.

En el transcurso de las pesquisas los investigadores se percataron que otra organización con el mismo modus operandi estaba operando en localidades cercanas a Don Benito. Lograron también su desarticulación completa tras detener a cuatro personas más --J. J. I. M., de 48 años; A. M. P. B., de 49; J. R. M., de 40, y T. G. A., de 31 años-- y recuperar otros treinta títulos fraudulentos.

Todos los detenidos, ocho hombres y una mujer en total, todos de nacionalidad española, estaban relacionados con el ámbito laboral de seguridad privada y ocupan cargos como jefe de estudios y profesor de academias de seguridad privada, gerentes, jefes de seguridad y de servicios de empresas de seguridad privada y vigilantes de explosivos.

Estos últimos eran los que se encargaban de publicitar sus ofertas y captar a los compradores, que en su amplia mayoría eran trabajadores de las canteras de Quintana de la Serena.