Un vecino de Coria, Juan Antonio R. P., de 63 años, resultó muerto a primera hora de la madrugada de ayer jueves a consecuencia de las puñaladas que le asestó durante una pelea un joven de 27 años, cuya nombre responde a las iniciales J. G. C. G. Su víctima sufrió tres heridas por arma blanca en costillas, esternón y axila, que le afectaron al corazón, informaron a este diario fuentes del Hospital Ciudad de Coria, donde falleció.

El agresor, que según sus familiares sufre un transtorno bipolar por lo que está bajo tratamiento médico y psiquiátrico, fue detenido de forma inmediata y trasladado al Cuartel de la Guardia Civil y de este al Juzgado de Instrucción número 2 de la localidad cauriense. En él, al cierre de esta edición, seguía prestando declaración, y la previsión era trasladarle posteriormente al Centro Penitenciario de Cáceres, indicaron sus familiares mientras esperaban.

Estos hicieron constar, no obstante, que pedirán que el joven sea trasladado a un centro psiquiátrico. "No debe estar en una cárcel, sino en un centro donde tenga un tratamiento controlado", manifestaron.

El trágico suceso tuvo lugar en el barrio de Santiago, concretamente frente al número 5 de la calle Luna, la vivienda donde desde hacía menos de un año residía la víctima con su pareja y un hijo menor de edad. Según informó la Guardia Civil, el presunto homicida, que también vive en el mismo barrio y salió de su casa para comprar tabaco según le comentó a su madre, "esperó escondido a la víctima, que tras sorprenderle entabló una fuerte discusión en la que se insultaron mutuamente, momento en el que el joven le asestó varias puñaladas con una navaja y le dejó malherido".

Tras la agresión, el joven huyó, pero fue detenido de forma inmediata por agentes de la policía local, que lo entregaron a las fuerzas de la Guardia Civil. Su víctima, que falleció en el hospital, fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Cáceres, donde se le realizó la autopsia, y desde él a Ciudad Rodrigo, donde reside su familia y donde hoy se oficiará el funeral.

EVITABLE El agresor y su víctima, según informó la Guardia Civil, habían protagonizado con anterioridad y en diferentes ocasiones episodios conflictivos, con denuncias incluidas e incluso con órdenes de alejamiento para ambos, hechos que confirmaron los agentes, pero que negó la madre del agresor, Teodora Gómez.

Además, familiares del agresor aseguraron a EL PERIODICO que la muerte del hombre "se podía haber evitado si la justicia hubiese puesto los medios necesarios con antelación". De hecho, la madre del agresor y la víctima mantuvieron durante meses un cruce de denuncias en los juzgados. "A mí me puso 10 denuncias inventadas", explicó Teodora Gómez, que aseguró asimismo que fue agredida por la víctima en varias ocasiones. "Hace unos dos meses entró en mi casa y me agredió con un objeto punzante", explicó Teodora, quien añadió que llegó a poner dos denuncias contra Juan Antonio, que no tenía familia en Coria.

Lo curioso del caso es que antes de los conflictos habían mantenido una relación de amistad, que se truncó a raíz de que Teodora Gómez acogió en su casa a la pareja de la víctima. "El hombre le daba malos tratos, me dió pena que durmiera en la calle y la acogí en mi casa durante una semana", explicó. Desde ese momento la relaciones se volvieron tensas y comenzaron las discusiones. "En dos ocasiones ha intentado quemar mi casa y he tenido que quitar la cortina de la puerta de entrada para evitarlo", explicó. "Si la justicia hubiese actuado antes esto se podría haber evitado", aseguró Emiliana Gómez, tía del agresor.

La noticia del asesinato sorprendió a los vecinos que residen en la Calle Luna. De hecho, la mayoría no conocieron lo sucedido hasta ayer por la mañana dado que no escucharon ningún escándalo, afirmaron. Además, muchos vecinos de Coria mostraron su sorpresa por lo ocurrido, pues el joven participaba en diversos colectivos y asociaciones, ya que era miembro de la banda de tambores de la Cofradía del Cristo de la Salud, y colaboraba con la agrupación de Voluntarios de Protección Civil.