La Guardia Civil ha detenido desde el inicio de semana, en los diferentes controles de alcoholemia efectuados en carreteras extremeñas, a diez conductores por un supuesto delito contra la seguridad del tráfico. Todos ellos circulaban con una tasa de alcohol superior a la permitida, según informo ayer a Efe la Delegación del Gobierno.

El objetivo de estos controles es reducir la tasa de accidentes de tráfico como consecuencia de la ingestión de alcohol, ya que es una de las principales causas de accidentes mortales en la comunidad. Cuatro de cada diez conductores fallecidos en accidentes de tráfico en las vías extremeñas dan un resultado positivo en alcohol, según los últimos datos del Instituto Toxicológico de Sevilla referentes a los años 2004-2005.

En cuanto a los conductores accidentados que presentan una tasa de alcohol en la sangre superior a los 0,5 gramos la cifra se eleva hasta un 64%. El mismo informe señala que en el caso de los ocupantes el porcentaje de resultados positivos en alcohol es mucho más alto, llegando al 72%.

Por otra parte, ayer se hizo público un informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA) en el que se recoge que solo 3 de cada 10 radares fijos coincide con un punto negro de la red vial extremeña. El porcentaje, según Europa Press, se encuentra por debajo de la media española, que alcanza el 34%. Siendo la provincia de Cáceres, con un 50%, una de las que más radares posee en los denominados puntos negros.

El estudio de AEA indica que por el tipo de accidente, en los puntos negros han aumentado las colisiones (2%); los vuelcos (15,1%) y otros (13,9%), reduciéndose los atropellos (-15,3%) y las salidas de la vía (-1,4%). Por el tipo de vía, se han localizado mayoritariamente en carreteras convencionales (61,9%) y autovías (32,5%), siendo muy pocos los de autopistas de peaje (0,4%) y en las autopistas libres (5,2%).

De esta forma, critica que se registren estas cifras a pesar de las "costosas" medidas adoptadas por la Dirección General de Tráfico, especialmente en la implantación de radares automatizados. Para el presidente de la AEA, Mario Arnaldo, si Tráfico sigue "con su empeño" de colocar radares en puntos con baja o nula siniestralidad, convertirá este sistema en "un mero instrumento de recaudación, a modo de caja registradora".