La Unión Profesional de Trabajadores Autónomos de Extremadura (UPTA) vive sus peores momentos. Dimitido su líder durante los últimos cinco años, Luis Fernández Palomino, sus sucesores han encargado una auditoría interna para cuantificar hasta dónde llega la deuda millonaria que arrastra una organización que representa a 3.500 autónomos extremeños.

Facturas impagadas de comidas, hoteles o cursos e incluso alguna condena judicial llevaron este verano a algunos miembros de la ejecutiva a pedir explicaciones a su secretario general. "Pero su respuesta --puntualiza su sucesor, Luis Durán-- fue presentar la dimisión irrevocable". Eso ocurrió exactamente el 4 de julio y desde entonces hasta el pasado día 24 la UPTA ha estado en manos de una gestora que pidió la auditoría. Según el nuevo secretario general ya está cerrada y arroja "un nivel de deuda importante" que dijo no precisar "por prudencia" hasta tener resuelta su financiación y "para que los socios no se enteren por la prensa porque, de hecho, hasta el relevo en sí lo hemos llevado con toda la cautela del mundo para no alarmar a nadie".

UNA DEUDA IMPORTANTE Pero ayer reconoció la situación a preguntas de EL PERIODICO y sólo negó que la deuda sea mayor que el presupuesto que maneja anualmente la organización, de 600.000 euros, como llegan a estimar fuentes internas consultadas. "Es una deuda importante, pero si fuera tanto no podríamos asumirla y esta ejecutiva, que es muy realista, no habría tirado para adelante". Esa ejecutiva la forman los mismos miembros de la gestora desde el martes pasado por acuerdo del comité regional, que es el máximo órgano de decisión entre congresos, según explicó Luis Durán. Entre ellos hay cargos que no han cambiado desde la etapa anterior, como es el caso del secretario de Administración, Pablo Sánchez del Mazo, que es también concejal socialista de Plasencia y al que este diario, como al propio Palomino, trató de localizar ayer, sin éxito para que ofrecieran su versión. Mientras, el actual secretario general pidió tranquilidad a los socios. "La defensa de sus intereses --subrayó-- está garantizada". Estos pagan una media de 60 euros de cuota al año por pertenecer a una organización que forma parte, a su vez, de UGT.

CAMARA DE COMERCIO Si la UPTA actúa judicialmente contra Palomino para reclamarle la deuda está por ver. Durán considera que es prematuro hablar de responsabilidades. "Ahora lo que tenemos es un informe económico y administrativo y estamos en periodo de análisis del mismo"

Lo que sí pidió al propio Palomino públicamente ayer su sucesor es que dimita también de la vicepresidencia primera que ocupa en la Cámara de Comercio de Cáceres por su condición de representante de la UPTA en virtud del acuerdo con la Federación Empresarial Placentina (FEP), a la que ya han hecho conocedora de la crisis interna.

Mientras tanto la propia FEP y la Cámara de Comercio han indicado que no se involucrarán en asuntos propios de cualquier otra organización por una mera cuestión de respeto. La solución, por tanto, tendrán que darla la propia UPTA y el mismo Luis Fernández Palomino.

"A mí --manifestó Luis Durán-- me ha tocado tomar el relevo en estas circunstancias, después de cinco años de mandato de Palomino, y los socios pueden tener la tranquilidad de que la deuda se va a solucionar y de que el modelo de gestión cambiará radicalmente".