El pasado domingo, el comité de Basilea, que reúne a una treintena de gobernadores de bancos centrales y otros supervisores, anunciaba su decisión de incrementar los capitales mínimos de la banca. Unos requisitos que se irán exigiendo progresivamente hasta el 1 de enero del 2019. Esta reforma, conocida como Basilea III, prevé que el coeficiente de solvencia total se mantenga en el 8%, pero el nivel mínimo de Tier 1 sube del 4% actual al 6%, y el core capital pasa del 2% al 4,5%. A estos niveles mínimos se añade un colchón de conservación de capital adicional del 2,5%, con lo que el coeficiente de solvencia alcanzaría el 10,5%, el Tier 1 el 8,5% y el core capital el 7%. Por último, también se contempla otro colchón contracíclico que, dependiendo del país, irá del 0 al 2,5%.

De esta forma, el requerimiento mínimo de solvencia total oscilaría entre un 10,5% y un 13% (si se optase por la alternativa más elevada), una ratio que alcanzan ya las dos cajas de ahorros extremeñas. En el caso de Caja Badajoz, a junio de este año estaba en el 16,84%, mientras que Caja Extremadura cerró el 2009 con el 13,58%. "Caja de Badajoz se caracteriza por su sólida posición tanto de solvencia como de liquidez, por lo que parte de una buena situación para hacer frente a los nuevos requerimientos y no le supondrá un esfuerzo adicional su cumplimiento", se asegura desde Caja Badajoz.

José Manuel Bodión, subdirector general de Negocio Mayorista y Riesgos de Caja Extremadura, subraya también la buena situación de solvencia tanto de Caja Extremadura como del SIP que está conformando junto a CajAstur, Caja Cantabria y CAM. En relación a esta alianza, apunta que en los tests de estrés dados a conocer en julio pasado, esta alianza se movía ya en "unos niveles muy similares" a los exigidos por Basilea III, ya que en un escenario de circunstancias extremas, su índice Tier 1 se situaba en un 7,8%.