¿A dónde vas principalmente cuando sales de noche? Esta pregunta, con opción a elegir dos respuestas, deja muy claras las preferencias: ocho de cada diez, a bares y discotecas, y seis de cada diez, al botellón, lo que quiere decir que muchos empiezan en el botellón y luego acuden a la discoteca.

El resto de opciones está a años-luz: acuden al parque dos de cada diez, y uno de cada diez a casa de amigos o al cine, teatro o conciertos. Según el estudio, estos datos muestran un fenómeno "de inercia social que convierte al individuo joven en joven-masa, ya que todos hacen lo mismo cada noche de viernes y sábado". Más adelante, se inciden en que el ocio nocturno muestra "que es difícil encontrar peculiaridades en las formas de invertir este tiempo de ocio entre la juventud actual".

Sin embargo, la representante del CJEx, Isabel Parejo, reclamó que no se identifique asistencia a discotecas y botellón con consumo de alcohol, "porque hay jóvenes que salen y están con su grupo de iguales en botellones y discotecas y no consumen alcohol" y dijo, por otra parte, que los adolescentes reproducen las pautas de ocio de sus mayores. Igualmente, Daniel Cambero, de Alternativa Joven, apuntó que la asistencia al botellón puede responder "a la escasez de poder adquisitivo de los adolescentes, a que puede ser un punto de encuentro con sus iguales o a que es un lugar donde no hay adultos que les controlen".

En todo caso, el estudio también muestra que el 85% de los adolescentes están bastante o muy satisfechos con las actividades a las que dedican el ocio nocturno del fin de semana.

Un dato preocupante, es que dos de cada tres adolescentes asegura que se desplaza por la noche a otras poblaciones para disfrutar del ocio, lo que añade un factor de riesgo importante, ya que, como asegura el estudio, "la principal causa de mortalidad juvenil en Extremadura son los siniestros de tráfico".

En cuanto a la oferta alternativa de ocio, Pedro García Ramos llamó la atención sobre lo poco atractiva que resulta, lo que debe mover a la reflexión.

De hecho, cuando se pide a los adolescentes que valoren los espacios de ocio, los encuestados dan un suspenso claro a casas de cultura, cines y teatros. También suspenden las bibliotecas. Aprueban con un 6 los parques e instalaciones deportivas, y obtienen un notable los bares, discotecas y zonas habilitadas para el botellón.