Los docentes extremeños de la enseñanza concertada son los que menos ganan de todo el país, tanto en términos absolutos como por su nivel de homologación salarial respecto a los de la pública. Según los datos facilitados por la Asociación de Docentes de Enseñanza Concertada de Extremadura (Adecex), un maestro de enseñanza infantil, primaria o educación especial que no acumule antigüedad gana en Extremadura 23.929 euros anuales, muy lejos de los 33.140 que se cobran en Ceuta y Melilla o de los 28.872 y 28.661 que se reciben en el País Vasco y en Navarra, respectivamente. Unicamente Asturias (24.363 euros), Galicia (25.462) y Cantabria (25.568) se mueven en niveles parecidos al extremeño.

Además, la cifra percibida por estos profesores en Extremadura es 4.460 euros menor a la de uno de la educación pública, con lo que la homologación es del 84,28%, de nuevo a la cola del país. La siguiente región con un nivel de equiparación más bajo es Canarias, que ya se sitúa en un 90%, mientras que regiones como la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Aragón, Cataluña La Rioja o Andalucía se mueven todas por encima del 96%.

En el caso de los profesores de secundaria, Extremadura vuelve a ocupar el último lugar. Así, un profesor extremeño percibe en este tramo educativo 27.638 euros, cuando la media del resto de regiones supera los 30.900 euros. Aquí el nivel de homologación es del 85,37%, también el más bajo. Estas diferencias salariales entre la enseñanza pública y la concertada se repiten en el caso de los sexenios, de manera que, en conjunto, los profesores de esta última con más antigüedad pueden llegar a ganar hasta 9.609 euros menos cada año que sus homólogos

Víctor Rodríguez, presidente de Adecex califica esta situación como un "escándalo", al tiempo que critica el hecho de que Extremadura sea la última comunidad autónoma en homologar estas retribuciones y que se echen las culpas de ello al Gobierno central "Son las medidas políticas de los gobiernos autonómicos las que permiten que la discriminación sea mantenida o desaparezca", afirma.

A estas diferencias retributivas habría que añadir, explica Rodríguez, la distinta jornada lectiva semanal de los profesores (25 horas en la concertada y 18 en la pública), lo que, sumado al ahorro "por no retribuir las funciones de director, jefe de estudios, secretario, tutor de ESO, etcétera, permiten a la Junta abaratar el coste del servicio público educativo. Los números no fallan, la homologación baja 27 puntos si tenemos en cuenta la jornada lectiva de los profesores". Si, además se tiene en cuenta la antigüedad, el diferencial puede aumentar hasta los 34 puntos porcentuales. "Dicho de otra manera, cada tres profesores de la concertada supone para la Junta el ahorro de uno de pública", asevera Víctor Rodríguez.