La vicepresidenta segunda y consejera de Economía, Comercio e Innovación, María Dolores Aguilar, pidió ayer perdón a quienes se han sentido defraudados por la compra de su vehículo oficial, un coche de la marca Lexus, cuyo coste se eleva a 68.208 euros, si bien aclaró que esta adquisición se decidió hace meses y en base a criterios de ahorro "muy meditados".

Aguilar hizo estas declaraciones después de que el PP denunciara el lunes que la Vicepresidencia Segunda adquirió esta legislatura "un coche de lujo, uno de los más caros del mercado".

"Lamento muchísimo haber tomado una decisión que ahora se ve de una manera diferente", indicó Aguilar a los periodistas momentos antes de asistir a la entrega de los Premios Nueva Empresa Extremeña (Neex).

La vicepresidenta segunda subrayó que fue a principios de año cuando empezaron a debatir sobre la necesidad de comprar un nuevo vehículo dado los problemas que presentaba el anterior, teniendo en cuenta como criterios para su elección "el ahorro de combustible y la reducción de las emisiones de CO2". Entonces, añadió, la situación económica era diferente, ya que "si ahora hubiésemos tenido que tomar una decisión por necesidad de cambio de coche, ni ese ni ninguno hubiéramos comprado", "nos hubiésemos arreglado con los coches que teníamos", para luego concluir que si hay una consejera que sabe "la realidad del día a día que estamos pasando las empresas y ciudadanos en general, esa es esta persona que les había".

El Partido Popular, por su parte, consideró ayer que las disculpas de la vicepresidenta segunda de la Junta son insuficientes, al tiempo que exigió a Guillermo Fernández Vara que actúe de manera "ejemplarizante". En una nota de prensa, el portavoz del PP extremeño y diputado regional, Luis Alfonso Hernández Carrón, señaló que con estas manifestaciones "la vicepresidenta lo que está haciendo es echar tierra sobre el asunto".

LOS COCHES EXTREMEÑOS Y es que todos los políticos no son iguales, aunque a veces lo parezcan. Al menos en cuestión de coches (y gastos) oficiales, siempre hay algunos que son más iguales que otros. Eso da a entender el repaso a las flotas de vehículos oficiales de distintas instituciones extremeñas y españolas, donde no faltan los Audi, Volvo o BMW, pero tampoco los aparentemente más modestos Peugeot o Renault.

Eso sí, en Extremadura el Audi A-6 parece imponerse con claridad al resto de modelos. Es el caso del presidente de la Asamblea de Extremadura, Juan Ramón Ferreira, que viaja en un Audi A-6 3.0 FSI, Quattro Triptronic, de 255 caballos de potencia. Fue adquirido en septiembre del 2007 por un importe de 55.900 euros, de los que 900 correspondieron a extras en adecuación de sistemas telemáticos.

Del mismo modelo, aunque con bastante más edad, es el coche que emplea la alcaldesa de Plasencia, Elia María Blanco. Fue adquirido hace casi una década (en 1999) por 4,5 millones de pesetas (unos 27.400 euros). También la Delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, circula en un Audi A-6 de gama media adquirido hace dos años por el Ministerio de Administraciones Públicas, que es el responsable de los vehículos que utilizan estos altos cargos. Se trata del único coche que tiene la delegada aunque hay más en el parque móvil de este organismo y que también dependen del ministerio, que es el que los mueve según sus necesidades.

La Diputación Provincial de Cáceres dispone de ocho turismos para el desplazamiento de los diputados provinciales. Todos ellos son Volkswagen Passat, a excepción de un A-6, en el que viaja su presidente, Juan Andrés Tovar. "Hay que tener en cuenta que de los 25 diputados que conforman la institución provincial, 24 residen fuera de la capital", se señala desde este organismo, que no ha tenido ningún inconveniente en facilitar el listado completo de todos los modelos que componen su parque móvil.

Por su parte, el alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, circula desde julio pasado en un Volvo S-80. El ayuntamiento convocó un concurso para su adquisición y finalmente se decidió por comprarlo a la empresa Mavensa por 49.000 euros. Con este vehículo Celdrán sustituia a uno anterior que se compró cuando llegó a la alcaldía, en 1996, y que tenía ya más de 300.000 kilómetros. Eso sí, se mantiene fiel a la marca porque le da confianza su fortaleza. El anterior también era un Volvo, un 850, y en lugar de llevarlo al desguace permanece todavía como coche oficial y es el que utilizan los concejales del equipo de gobierno para sus traslados.

En otro ayuntamiento, el de Mérida, poseen dos coches oficiales. Uno de ellos, un Peugeot 607, es para uso del alcalde, Angel Calle. Cuenta con GPS, climatizador y asientos de cuero, todo de serie. Tiene diez años y unos 200.000 kilómetros. El segundo utilitario, un Opel Omega con el mismo tiempo, está destinado al resto de concejales. Ambos vehículos fueron comprados durante la etapa en la que Pedro Acedo estuvo al frente de la alcaldía.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), Julio Márquez de Prado, y el fiscal superior de este organismo, Aurelio Blanco, cuentan para sus desplazamientos de sendos Renault Megane Sedane, comprados hace dos y cuatro años. Según se explica desde el TSJEx, este es el modelo del que disponen todos sus homólogos en aquellas comunidades en las que las que las competencias de Justicia no están aún transferidas. Ambos son propiedad del Ministerio de Justicia.

A NIVEL NACIONAL Pero, ¿los coches oficiales de los políticos extremeños son los adecuados a sus cargos? La mejor respuesta a esta pregunta sería a la gallega, con otra pregunta: ¿Comparado con quién? Por ejemplo, la presidenta del parlamento valenciano, a falta de un Audi A-8, tiene dos, igual que el presidente de esta comunidad autónoma, Francisco Camps, valorado cada uno de ellos en más de 80.000 euros. También tiene dos coches el lehendakari, Juan José Ibarretxe. El más habitual de ellos es un Mercedes clase S 560 de los años 90, un verdadero tanque de corte clásico. Nada que ver con el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, cuya última adquisición ha costado 480.000 euros, con blindaje excepcional. La presidencia de la Xunta acumula ahora cuatro vehículos oficiales: Tres A8 (uno de ellos el nuevo y otro, el más viejo del que no se ha desprendido), además de otro menor, adscrito a su residencia.

Por lo que respecta al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, este también se desplaza en un Audi A8. Los miembros de su Gabinete usan un Peugeot 607 que ronda los 40.000 euros, igual que el presidente del parlamento, José Bono. Pero en el Gabinete, además de Zapatero, hay otras dos excepciones, acordes con el rango. Se trata de los dos vicepresidentes, Maria Teresa Fernández De la Vega y Pedro Solbes, que son conducidos en sendos BMW 750. Su precio oficial (sin descuentos) supera los 100.000 euros.