Domingo de Ramos lleno de luz y público en las calles de Cáceres. Los tres desfiles procesionales que recorrieron ayer el centro y el casco histórico se desarrollaron con normalidad y estuvieron marcados por la afluencia masiva de ciudadanos que, desde el mediodía, llenaron vías y plazas para asistir con devoción a la salida de La Burrina , nombre popular del paso Entrada de Jesús en Jerusalén , de la Cofradía de los Ramos. Por la tarde, se repitió la misma imagen durante los recorridos de las Cofradías del Nazareno y del Amor, que también brillaron con un tiempo espléndido durante toda la jornada del domingo.

Una vez más, la Pasión cacereña volvió a confirmar su atractivo con tres desfiles que destacaron por su belleza e intensidad. Con una organización que rozó la perfección, los hermanos de los Ramos hicieron su tradicional recorrido por las calles del casco antiguo. De nuevo, volvieron a verse las palmas rizadas que portan los cofrades y los ramos de olivo entre los fieles. Al frente de la comitiva de autoridades, la alcaldesa, Carmen Heras, y la portavoz del PP, Elena Nevado, junto a otros concejales.

Si la mañana dio una dimensión de la gran acogida de público, la tarde no fue para menos. A las ocho de la tarde, cuando el paso del Nazareno cruzaba la plaza Mayor, un pasillo de espectadores admiraba la profundidad del paso El Camino del Calvario , composición con imágenes de Cristo y la Verónica de 1956 y 1903 que antecedió a la imagen de Nuestra Señora de la Misericordia, tallada en 1927 por los talleres de Hijos de José Ríus.

En Santa María, casi a la misma hora, la Cofradía del Amor hacía su recorrido con El Señor de las Penas , imagen del siglo XVI obra del vallisoletano Pedro de la Cuadra que representa a Jesús flagelado, una muestra más de la luz que tuvo el Domingo de Ramos en la capital cacereña.