A cinco meses para la cita con las urnas, el líder del PP extremeño, Carlos Floriano, ha puesto en marcha su maquinaria electoral con el anuncio de algunas de las medidas que pretende llevar a cabo si llega a la Presidencia de la Junta. Una de estas será la supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Lo dijo en Plasencia, en un encuentro del dirigente popular con pequeños y medianos empresarios del sector de la construcción. Floriano aboga por una bajada de los impuestos en Extremadura.

Esta es una de sus ideas dentro de su modelo de políticas abiertas donde la base la tengan "las iniciativas y los proyectos de los ciudadanos y los emprendedores", de manera que las pymes y las empresas familiares de la región se queden y mantengan el domicilio social, además de intentar conseguir que el "dinero esté en manos de los ciudadanos" y no en las de la Administración, para "evitar despilfarros".

El objetivo de este impuesto es gravar los incrementos de patrimonio que se producen, normalmente, como consecuencia de herencias y donaciones, así como los seguros de vida en los que el contratante sea persona distinta del beneficiario y cuyo ingreso computa en las arcas de las administraciones autonómicas. En el 2006, la Junta de Extremadura tenía presupuestado como ingresos por impuestos directos (sucesiones, IRPF, sociedades y de patrimonio) 352 millones de euros, de los que los contribuyentes aportaron algo más de 26 millones por herencias y donaciones. Cada autonomía tiene la facultad de regular la supresión del mismo y se trata de un impuesto que puede gravar hasta un 34% del valor real de lo transmitido en la herencia, y que sólo en determinados casos cuenta con reducciones. Es el caso de la vivienda habitual y de la transmisión del negocio o empresa familiar

Sin embargo, la donación de Floriano a los contribuyentes extremeños no resulta nueva. Algunas comunidades gobernadas por el Partido Popular ya han dado algunos pasos en ese sentido. Parece que el tributo que grava el incremento de patrimonio que se produce cuando alguien recibe una herencia, tiende a desaparecer. Al menos, los hijos menores de 21 años que aspiren a heredar la vivienda de sus padres pueden respirar tranquilos al ver cómo cinco regiones tienen previsto eliminar el impuesto o lo han hecho ya. La Comunidad de Madrid fue la pionera en la práctica eliminación de sucesiones, seguida por Valencia, Murcia, La Rioja y Castilla y León.

El modelo que pretende llevar a cabo Floriano será similar al puesto en marcha por Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, que completará a lo largo de 2007 la última fase en la eliminación del Impuesto Sucesiones. El año pasado ya suprimió el de Donaciones dentro del ámbito familiar: padres, hijos, cónyuges y parejas de hecho. Es decir, los ciudadanos percibieron la bonificación del 99% de la cuota del impuesto, mientras que el 1% restante se mantuvo a efectos de control fiscal.

En Extremadura, el líder del PP plantea una eliminación automática del impuesto por sucesión y una progresiva del correspondiente a las donaciones, que se aplicará siempre que se garantice que no habrá una deslocalización fiscal del patrimonio, es decir, que seguirá su actividad --en el campo empresarial-- en la comunidad. En la Asamblea de Extremadura, una iniciativa de este tipo ya fue rechaza por PSOE e IU en el 2005.