Cerca de 2.300 inmigrantes de los más de 11.000 que viven en Extremadura no tendrán que usar más la tarjeta de residencia. Así, cruzar la frontera, obtener permisos administrativos o comprar inmuebles, entre otras acciones, ya no tendrán que estar avaladas por una licencia que tampoco será necesario renovar cada cinco años para los ciudadanos de la Unión Europea.

La medida, anunciada por la Delegación del Gobierno para la Extranjería y la Inmigración, entrará en funcionamiento en unos meses y afectará al 20% de los 11.271 inmigrantes con los que cuenta la comunidad extremeña. A ella podrán acogerse sólo los ciudadanos comunitarios y los de países que participan del espacio económico común (Noruega, Suiza y Lietchenstein) que sean estudiantes, residentes permanentes y trabajadores activos, además de sus familiares. En total serán 2.240 ciudadanos de la UE, a los que habrá que sumar 35 procedentes de Noruega y Suiza.

Tras la aprobación por el Consejo de Ministros del real decreto que permitirá la eliminación de la tarjeta de residencia, los interesados sólo tendrán que presentar la documentación acreditativa de su identidad expedida por su país de origen.

El objetivo de la nueva normativa, según indican desde la Delegación de Extranjería, es conseguir una adecuada regulación de los requisitos necesarios para la entrada, estancia y desempeño de actividades en españa de extranjeros procedentes de la UE.

MAYORES FACILIDADES

La medida permitirá mejorar el derecho a la libre circulación de personas y permitirá que los ciudadanos europeos que decidan asentarse en territorio español puedan disfrutar de los mismos derechos que posee cualquier español.

La finalidad del Gobierno es ponerla en marcha en breves fechas, por lo que posibilitará que muchos comunitarios puedan ejercer su derecho al voto en las elecciones municipales, actividad para la que a algunos europeos también se les exige el permiso.