El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa) ha informado de que el martes pasado se han notificado dos nuevos focos de la enfermedad de la lengua azul en la provincia de Badajoz, concretamente centrados en los municipios de Maguilla y Mérida. De esta manera, el número de focos existentes en Extremadura se ha incrementado hasta alcanzar 16 casos en los últimos días, localizados en Ceclavín, Coria, Talayuela, Toril, Trujillo y Zarza la Mayor, en la provincia de Cáceres, y en Barcarrota, Fuente del Maestre, Jerez de los Caballeros, Llerena, Maguilla, Mérida, San Vicente de Alcántara, Valdelacalzada, Valencina del Ventoso, y Villanueva del Fresno, de la provincia de Bajadoz.

La lengua azul es una enfermedad infecciosa, no contagiosa, que afecta exclusivamente a los animales rumiantes, que tiene un claro componente estacional debido a la intervención obligada de un vector (mosquito del género culicoides ) para su transmisión. El Mapa indicó que tras un silencio epidemiológico invernal la reaparición de la enfermedad ha podido ser detectada precozmente gracias a la vigilancia que se está llevando a cabo en todo el territorio español.

Por otro lado, el Ministerio de Agricultura ha decidido incluir varias comarcas veterinarias de Avila, Salamanca, Ciudad Real, Toledo y Comunidad de Madrid en las zonas de restricción de movimientos de animales por la lengua azul antes los últimos focos detectados en Extremadura y Andalucía,el pasado agosto.

Estas nuevas zonas se suman a las ya restringidas anteriormente en las comunidades de Illes Baleares, Extremadura, y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, así como las provincias andaluzas de Cádiz, Málaga, Huelva, Sevilla y Córdoba y las comarcas jiennenses de Jaén y Andújar.

La normativa establece una inmovilización de ganado en un radio de 20 kilómetros alrededor del foco, aunque se permite la entrada de animales, y se exceptúa la salida si es dentro del mismo radio, para matadero o de reses del lidia con destino a espectáculos taurinos.

El presidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España, Juan José Badiola, apeló ayer a la responsabilidad de los ganaderos y de la Administración para que la enfermedad ganadera de la lengua azul no se convierta en un "problema nacional".

Juan José Badiola explicó que la normativa internacional para evitar la propagación de esta enfermedad impone "unas medidas de control muy estrictas", entre ellas el prohibir el transporte de varios tipos de ganado, no sólo el ovino.