La organizaciones Greenpeace y Ecologistas en Acción alertan que en España existen "cientos" de balsas similares a la que ha provocado el vertido de "barro rojo tóxico" en Hungría.

Según recoge la agencia Europa Press, Greenpeace recuerda que, además de Aznalcóllar, en los últimos años la organización ecologista ha avisado del peligro de explotaciones como la mina de Las Cruces en Sevilla, Cerro Colorado y Aguzaderas en la comarca de Río Tinto, Aguas Blancas en Badajoz o algunas de las balsas de estériles de la industria minera del oro en Asturias.

"Desgraciadamente, este tipo de accidentes siguen produciéndose, a pesar de las advertencias de los grupos ecologistas que exigen un mayor control de estas instalaciones", resalta Julio Barea, responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace-- "Tras la rotura de una de estas balsas, las consecuencias son siempre trágicas. Y, como hemos visto en Hungría, ha costado la vida de varias personas".

Por su parte, el responsable de Minas y Canteras de la organización Ecologistas en Acción en Sevilla, Isidoro Albarreal, advierte del riesgo de derrumbe en los próximos años en la balsa de residuos tóxicos de la Mina de las Cruces (Sevilla) como consecuencia de la inestabilidad del material con que está construida, las 'margas azules del Guadalquivir', por las condiciones de sol y humedad de la zona.

Por ello, critica que, en un principio, la balsa iba a albergar residuos secos y que esa era la condición que se puso para aprobar su construcción, pero, en su opinión, "no están consiguiendo que sea así", ya que, debido a la humedad, las sustancias son barro. "Creemos que van a acabar convirtiéndose en lodo como en Aznalcóllar y no está preparada para albergar sustancias tan húmedas".

Finalmente, la responsable del Programa de Aguas de WWF, Eva Hernández, apostilla que el mayor riesgo está en las minas y en las balsas abandonadas y no restauradas y que, según un informe de 1999, había casi 800 balsas en España.