Pablo Ramos, representante de Ecologistas en Acción de Extremadura (desvinculada de la organización nacional), mostró ayer sus dudas sobre los datos del informe de calidad ambiental, aunque sí advirtió de que Extremadura es una zona particularmente sensible a la contaminación especialmente por ozono y por partículas en suspensión.

Indicó que la intensidad lumínica y el calor, y la falta de vientos hacen que la polución no se disperse, por lo que reclamó medidas eficaces para reducir el tráfico urbano. Asimismo, reiteró que ubicar la refinería en el lugar propuesto causaría más problemas que si estuviese "en la costa, por ejemplo", por la escasez de vientos para dispersar la contaminación.