Los grupos ecologistas de la región exigieron ayer más transparencia y más control en las explotaciones cinegéticas extremeñas, después de conocerse la noticia de las cacerías ilegales celebradas en una finca de Monterrubio de la Serena (Badajoz).

La asociación Ecologistas en Acción espera que se aclaren todos los extremos de estos hechos y considera que, a raíz de lo sucedido, la legislación actual es insuficiente y debe ser más estricta con los requerimientos para poseer armas. En este sentido, aboga por un cambio de la legislación para que se establezca qué especies pueden tenerse en cautividad y se prohíba la tenencia y venta de especies que constituyan un peligro para la seguridad, no se adapten a la vida en cautividad, puedan ser vectores de transmisión de enfermedades, estén protegidas y aquellas cuya liberación sea una amenaza para el equilibrio ecológico.

El presidente de la Asociación para la Defensa de la Naturaleza (Adenex), José María González Majón denunció el desconocimiento que, a su juicio, se tiene sobre los cotos intensivos de caza --con granjas cinegéticas-- y el apoyo de el Gobierno regional a estas explotaciones. "No entiendo cómo la Junta, con la cantidad de medios a su disposición no pueda controlar esta actividad", añadió.

El grupo Ecologistas en Acción también criticó que en los cotos extremeños proliferan los grandes vallados que "muchas veces representan trampas mortales".

Así mismo, la dos asociaciones extremeñas felicitan a los miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) por haber "desenmascarado" a los participantes de las cacerías en Monterrubio de la Serena.