La Junta controlará la escolarización de los hijos de los inmigrantes temporeros durante los meses en los que trabajen en Extremadura, para que cuando abandonen la región "se tenga en cuenta la escolaridad que han tenido en Extremadura", según explicó ayer el director general de Formación Profesional y Promoción Educativa, Rafael Rodríguez de la Cruz. Para ello, la Consejería de Educación estará en contacto con otras comunidades autónomas punto de destino de estos niños.

El objetivo es "hacer un seguimiento de la escolarización de la población inmigrante de los temporeros", ya que los inmigrantes que llevan tiempo en la región "están perfectamente controlados y escolarizados", señaló.

En este sentido, la escolarización de alumnos extranjeros en Extremadura se ha triplicado en tres años, ya que cada año comienzan a dar clases en la región unos 500 niños más y en la actualidad sobrepasan los 1.600 estudiantes llegados desde distintos países, aunque la mayoría lo hacen desde el norte de Africa y estudian en la comarca de Campo Arañuelo.

Durante el presente curso, estudian en la región 1.601 alumnos inmigrantes (1.052 en la provincia de Cáceres y 549 en la de Badajoz), además de 947 alumnos de etnia gitana (617 en Badajoz y 330 en Cáceres). Ante este notable crecimiento, la Consejería de Educación ha desarrollado en siete colegios y dos institutos un plan de mejoras para centros de atención educativa preferentes. El plan pretende llegar el próximo curso a ocho centros, tiene como objetivos la integración en la cultura española, facilitar la enseñanza de la lengua materna, y favorecer un clima social de convivencia y respeto.

Por otro lado, indicó que en los centros extremeños aún no se imparte religión islámica, ya que "depende de la firma de un convenio entre el Estado y las confesiones religiosas".