Que sean alumnos a partir de 10 años quienes actúen de pacificadores. Que desde esa edad tomen conciencia de cómo resolver problemas de convivencia y sepan ayudar a sus propios compañeros. El principal objetivo es evitar el acoso, pero no el único: se tratarán todo tipo de conflictos que surjan en el entorno escolar. Son las claves del proyecto Ayudas entre iguales-Alumnos acompañantes que la Consejería de Educación quiere estrenar el próximo curso 2017/2018 en los centros de la comunidad. La idea es que los propios menores se impliquen en las disputas que aparecen dentro y fuera del aula y se conviertan también en responsables de buscar una solución.

«Es un programa voluntario que llegará a todos los centros (públicos y concertados) y niveles (Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional). Ya existen iniciativas similares en algunos institutos de la región, pero ahora la novedad será que la prevención y la mediación irán de la mano», explica Jesús Andrés Serrano Diego, jefe del servicio de inspección extremeño de Educación y Evaluación. Y apunta que lo fundamental es que los menores vean que quienes les tienden una mano «son iguales a ellos».

«El primer año será un proyecto piloto pero la idea es que se vaya asentando en la comunidad educativa», añade.

Pautas a seguir / Los alumnos y profesores que estén interesados en participar en esta iniciativa recibirán formación específica. «Habrá jornadas concretas organizadas por la Consejería para formar a los docentes y después serán éstos los que se encarguen de enseñar a los niños a través de diversos talleres», indica Serrano Diego.

En el ciclo de Primaria, quienes hagan de acompañantes y mediadores -coordinados siempre por un tutor- tendrán que estar como mínimo en quinto curso, mientras que en el instituto se podrán apuntar a partir de 3º de ESO.

El secretario general de Educación, Rafael Rodríguez de la Cruz, explica que la base de este programa es que «los menores acompañantes estén pendientes de ayudar a los alumnos nuevos y a los que tienen problemas para poder integrarse en el grupo». De esta manera se les da apoyo y se mantiene una vigilancia permanente para que evitar que sean objeto de bullying. Por su parte, los mediadores actuarán cuando ya haya indicios o datos de que se está produciendo este acoso, actuando entonces como intermediarios en el conflicto.

En este sentido, tanto el uso de las redes sociales como de los teléfonos móviles serán cuestiones muy a tener en cuenta, ya que gran parte de los enfrentamientos que terminan pasando factura a los menores tienen su origen en las nuevas tecnologías. Así, el buen empleo de las mismas será uno de los puntos en los que se ponga el foco.

ANTECEDENTES / Aunque lo que pretende la Consejería de Educación es crear una tendencia general en Extremadura a la hora de resolver un problema escolar, hay centros que ya tienen en marcha iniciativas similares. Es el caso, por ejemplo, del IES Turgalium de Trujillo, donde ya existen resultados positivos en casos de mediación con los alumnos como protagonistas. Una quincena de éstos (y una cifra similar de docentes) han participado en el proyecto.

Serrano Diego insiste en la relevancia de este nuevo programa al unir prevención y mediación. Desde la Consejería esperan implicación por parte de la comunidad educativa y recuerdan que este plan de Ayudas entre iguales-Alumnos acompañantes no forma parte del recién aprobado protocolo contra el acoso escolar, sino que es otra iniciativa más que se suma a la batería de acciones para mejorar la convivencia en los centros.