"Las personas que están en el centro quieren cambiar. El paso lo dan ellos; nosotros sólo les ofrecemos alternativas y les acompañamos", indica Ana Barriga, coordinadora del centro ´Vida´ en Cáceres. "Somos compañeros de camino, vamos de la mano, no delante". La relación que guardan trabajadores y acogidos es muy estrecha, "forman parte de ti", señala la coordinadora. "Estás presente a lo largo de un proceso y cuando te necesitan, no los puedes dejar". En esa relación, el voluntariado es otra parte importante. "Los mismos acogidos prefieren mejor un comentario de un voluntario que de un educador porque, para ellos, el voluntario es su colega", asegura Barriga.