El Ministerio de Defensa ha decidido reforzar las medidas de seguridad de unas instalaciones dedicadas a la fabricación de explosivos en la localidad cacereña de El Gordo. Según ha podido conocer EL PERIODICO EXTREMADURA, un contingente de 10 soldados, pertenecientes a la base militar de Bótoa, se encuentran desplegados en estas instalaciones desde hace dos semanas.

Esta misión se encuadra dentro del plan de seguridad que lleva a cabo el Gobierno central a raiz de los atentados perpetrados por grupos islamistas el pasado 11-M en Madrid y en el que juegan un papel muy importante los efectivos del Ejército español. El objetivo es proteger y garantizar el control de aquellos enclaves considerados sensibles frente al posible riesgo de ataques terroristas.

En principio, el grupo de militares trabaja mañana y tarde, dentro del recinto de estas dependencias, llevando a cabo una exhaustiva vigilancia dado que las fábricas de explosivos están consideradas como puntos estratégicos, al igual que las centrales nucleares.

UNICA MISION Sin embargo, fuentes militares de la base extremeña han asegurado que esta es la única misión que, hasta el momento, les ha sido encomendada por parte del Ministerio de Defensa. Ninguna unidad de este acuartelamiento tiene asignadas funciones en el control y vigilancia fronteriza, de las vías férreas o del recinto de la Central Nuclear de Almaraz.

A pesar del regreso de algunos de los efectivos de la Agrupación Táctica Española X ´Extremadura´ en Kosovo, el acuartelamiento pacense cuenta en la actualidad con poco más de un millar de soldados para llevar a cabo este tipo de tareas.

Las instalaciones sobre las que se ha fijado este dispositivo de seguridad pertenecen a la empresa Fabricaciones Extremeña SA (Faex), ubicadas a las afueras de la localidad de El Gordo, un pequeño municipio cacereño de poco más de 300 habitantes. Según ha señalado Bautista Sánchez, alcalde popular de esta población, la presencia de militares no ha suscitado intranquilidad entre sus vecinos. "La sensación es de tranquilidad y no hay motivos por la que tengamos que alarmarnos".

LA EMPRESA En el año 1998, Fabricaciones Extremeñas fue la firma encargada de llevar a cabo la destrucción de más de 800.000 minas antipersona almacenadas en nuestro país. Coincidiendo con esta asignación por parte del Gobierno, el entonces responsable del Ministerio de Defensa, Eduardo Serra, visitó las instalaciones en Extremadura de esta sociedad.

Esta firma forma parte de la compañía Explosivos Alaveses SA (Expal), dedicada a la elaboración de productos de defensa como bombas de aviación, munición de artillería y naval, explosivos y pólvora militares, material de demolición, morteros y granadas, minas submarinas o cohetes tierra-tierra, entre otros utensilios militares. Expal es la cabecera del Grupo de Defensa de Unión Española de Explosivos, con la que el Ministerio de Defensa tiene establecidos importantes vínculos.