Cuando su marido se tuvo que prejubilar, Pilar Martín decidió hacerse cargo de la explotación de ganado vacuno y la finca de olivos de las que, hasta entonces, él se ocupaba. Al principio, no solo le preocupaba su falta de experiencia (había estudiado enfermería), sino también ser "una mujer en un mundo tradicionalmente copado por hombres". Hoy lleva 16 años trabajando con éxito en el campo, "donde también hay muchas mujeres" y no piensa en cambiar.