Cómo es posible que Extremadura, teniendo unos ecosistemas tan ricos e importantes como los que tiene, no tenga un parque nacional?

--Es que el asunto de los parques nacionales es un conjunto de decisiones en las que la competencia la asume el Estado. Extremadura tiene espacios protegidos que quedan dentro de la gestión de la Junta, y no les debemos dar tantas importancia a si es o no parque nacional y sí a que se preserven ciertas zonas como Monfragüe, maravillosa, que tenemos obligación de cuidarla y preservarla para generaciones futuras.

¿Qué le parece el uso de la figura de Parque Natural Internacional, tal y como plantea la Junta con Portugal en la zona del Tajo?

--Desde el ministerio se ven bien las iniciativas que mantengan el territorio. A mi personalmente todas las actuaciones encaminadas a preservar zonas privilegiadas me parecen importantes.

¿Cree que en Extremadura se protege suficientemente el medio ambiente?

--Nosotros respetamos al máximo los espacios protegidos en nuestras actuaciones y en ese camino andamos.

¿Cuáles son las principales actuaciones previstas a medio plazo por el ministerio en la región?

--El ministerio está finalizando la restauración de las riveras del río Guadiana y tenemos multitud de obras importantes. Antes de que se acabe el mes van a empezar las obras de los arroyos Rivilla y Calamón después de un proceso largo porque allí vivían muchos afectados, ha habido expropiaciones de viviendas... y se va a dar una solución definitiva a ese cauce para que no haya desgracias como las de hace seis años.

El tema de la seguridad en los cauces, ¿es una de las prioridades del ministerio?

--Los debates sobre el Plan Hidrológico Nacional se centran en torno al trasvase y se olvida que el PHN tiene muchas líneas de actuación en otros campos, y entre ellos todas las obras de seguridad y de encauzamiento de ríos que al final van a conseguir una regulación y una defensa contra las avenidas. Cuando hay una gran inundación uno piensa que es la gran inundación de los cien o los cincuenta años, la gente se confía y a veces se hacen construcciones en zonas que pueden ser inundables. Todas estas obras van encaminadas a defender las ciudades.

Ha habido recientemente una importante polémica sobre el retraso de las actuaciones del Plan Nacional de Regadíos. ¿Cuál es su opinión al respecto?

--La parte que compete al Ministerio de Medio Ambiente se está desarrollando con normalidad, el resto es competencia de Agricultura.

En un momento en el que proliferan en España las centrales de ciclo combinado se ha presentado un proyecto en Mérida. ¿Cómo ve el ministerio este tipo de iniciativas?

--Desde hace aproximadamente un año estas evaluaciones tienen que ser integrales y salen con todos los requisitos. España necesita energía para su desarrollo, estamos creciendo y eso significa mejor calidad de vida para todos y empleo. Tenemos que cumplir con las reglas del desarrollo sostenible y eso es algo por lo que tenemos que velar, pero no podemos olvidar que junto con la calidad del medio ambiente y la justicia social está el desarrollo. No podemos impedir el crecimiento, aunque lo tenemos que hacer con todas las garantías. El plan que hay es ir sustituyendo plantas térmicas por las del ciclo combinado, que son menos contaminantes.

¿Cómo valora las actuaciones del del Plan Hidrológico Nacional en Extremadura?

--Se está cumpliendo el calendario previsto teniendo en cuenta que las obras hidráulicas tienen un ciclo largo. En muchas ocasiones tardan en comenzar, las soluciones no son estándares, y hace que desde que se decide hacer una obra hasta que se puede visitar pasa mucho tiempo. Creemos que el ritmo es satisfactorio.

¿Hacia dónde debe ir la política medioambiental en una región como la extremeña?

--Lo primero es ver qué se tiene y hacia dónde se quiere ir. Hay que hacer compatible el desarrollo con la naturaleza que se tiene y una cosa no debe impedir la otra.