Con veinte años de experiencia como docente, el director del CEPA de Moraleja, José Gonzálvez, considera que este programa piloto "está funcionado muy bien". En su localidad, sobre todo las que más se han implicado han sido mujeres que dejaron en su día el sistema educativo y que al poder dar clases por la mañana, en el horario escolar de sus hijos, lo han aprovechado con total eficacia, aunque la "concienciación" también ha llegado a los jóvenes. En total, el curso pasado se formalización 70 títulos en Moraleja.

"Los jóvenes se han ido mentalizado de que era la última y la única oportunidad para ellos", destaca Gonzálvez, quien destaca que muchos de ellos provenían de la construcción, que se marcharon de Moraleja a Madrid para ganar dinero fácil, dejando los estudios, muchos de ellos, prácticamente a los 16 años. Además, en este centro cacereño se han contratado a tres profesores para impartir los módulos. "Por todo ello creo que ha sido un gran invento", confirma el director.