La Guardia Civil ha sorprendido a un presunto furtivo cuando transportaba más de 200 kilos de carne pertenecientes a cuatro ciervos. La Guardia Civil informó ayer en nota de prensa de que el Seprona ha imputado a esta persona, un vecino de la localidad pacense de Puebla del Maestre de 42 años de edad, por un presunto delito contra la flora y la fauna. Dentro de los servicios e inspecciones en zonas cinegéticas, con el objetivo de prevenir de la caza ilegal, la Guardia Civil interceptó un vehículo que salía de uno de los caminos de acceso a una finca de Monesterio donde se había celebrado una jornada de caza mayor.

Tras la identificación de su conductor e inspección del todoterreno, los agentes encontraron en su interior once bolsas de plástico que transportaban la carne de estos cuatro ciervos. Unos animales que presuntamente "abatió ilegalmente" en el coto de caza, aprovechando la cacería que se estaba celebrando en la misma, para posteriormente desollar y transportar la carne. Apunta la Guardia Civil que esta carne "carecía de toda clase de certificados sanitarios para el consumo particular así como de precintos de las canales".