NACIO EN VILLAFRANCA DE LOS BARROS, EN 1968

FORMACION DOCTORA EN MEDICINA. ESTA ESPECIALIZADA EN NUTRICION Y DIETETICA

CARGO COORDINA UN PROYECTO CONTRA EL HAMBRE EN NIGER

ESTADO CIVIL CASADA Y CON DOS HIJOS

Tras haber participado en varios proyectos de cooperación, Elisa Domínguez viaja mañana a Níger para coordinar un plan de Acción contra el Hambre. Sin embargo, no descarta volver a Extremadura por exigencias de la vida familiar, aunque sin dejar su pasión: "Colaboraré desde aquí o buscaré campañas más cortas", indica.

--De Villafranca de los Barros a Guinea-Conakry, Tailandia o Angola. Curiosa ruta la suya.

--Sí, siempre me ha llamado la atención viajar y conocer otras culturas y después de hacer el doctorado me dieron una beca para trabajar en un hospital de París. Allí conocí a gente de varios países africanos, que comenzaron a hablarme de la cooperación. Cuando volví, preferí buscar trabajo en una oenegé que preparar el MIR.

--Curiosa también su especialidad: la ayuda nutricional.

--Efectivamente, Acción contra el Hambre se dedica a luchar contra este problema que tiene razones médicas, pero también otras (higiene...). Como médico, primero trabajé en centros sanitarios, en los que fui teniendo cada vez más responsabilidades hasta ser coordinadora.

--Desde luego, parece una opción poco común.

--En realidad, muchos estudiantes quieren dedicarse a esto, pero las oenegés cada vez piden más requisitos. De hecho, yo empecé con Médicos del Mundo en Francia, supongo que gracias a la beca de París.

--Y mañana sale hacia a Níger.

--Sí, salgo yo primero con mi hijo pequeño, de 18 meses, y después va mi marido con el mayor.

--En su caso debe resultar especialmente difícil conciliar la vida familiar con la laboral.

--Es complicado. Hay que tener en cuenta varios criterios para viajar a países en desarrollo con familia, sobre todo que sean seguros. Además, este trabajo requiere mucha dedicación y mi marido, que es sierraleonés, también es cooperante, por lo que buscamos proyectos que nos permitan vivir cerca. Y cada vez es más difícil, porque mi hijo casi está en edad de ser escolarizado, aparte de que ya se da cuenta de cuándo nos vamos y le cuesta cada vez más.

--¿Ha renunciado a muchas cosas por ser cooperante?

--Sí, he tenido que renunciar a la familia, a la carrera médica, etcétera. Además, he vivido momentos muy difíciles, como cuando pasé seis semanas sin saber si mi marido, que estaba en Beirut en pleno conflicto, había podido salir de la ciudad.

--Pero también tendrá muchas satisfacciones.

--Muchísimas. Además, al trabajar sobre todo con niños, ver cómo se recuperan es una satisfacción tremenda.