Es uno de los pueblos de la zona más noroeste de la sierra de Gata, se sitúa en el conocido valle de Jálama, o val de Xálima, y junto con Valderde del Fresno y San Martín de Trevejo es cuna de la Fala, dialecto particular que ha sido declarado por la Junta de Extremadura bien de Interés Cultural. Aunque básicamente es igual en sus raíces, esta particular forma de hablar presenta tres variantes locales: o manhegu , en San Martín, o valverdeiru , en Valderde del Fresno y o lagarteiru , en Eljas.

Debido a la zona abrupta del terreno, Eljas forma una fuerte pendiente que origina un urbanismo irregular y unas calles escarpadas y sinuosas. Así, frente a las blancas casas que imperan, aún se conservan fachadas de sillería con anchos balcones que sobresalen y ventanas flanqueadas por ménsulas de granito. En la plaza Mayor encontramos la llamada Fonti do Lugal , anteriormente desplazada y vuelta a su antiguo emplazamiento por petición de sus habitantes.

Pueblo hermanado con la localidad lusa de Foios, Eljas tiene, ocupando un punto estratégico y elevado, el castillo, del que sólo se conservan dos torres y parte del recinto defensivo. Posiblemente sus orígenes fueron árabes ( siglo IX), y fue punto estratégico de gran utilidad durante las guerras con los vecinos portugueses. Emplazado en una pequeña elevación, tuvo una importante relevancia durante la Encomienda de Alcántara por ser ésta una de las fortalezas más potentes de la zona.

EDIFICIOS DE INTERES

Entre los inmuebles destacados, hay que reseñar la parroquia de la Asunción, que es un edificio de modesta construcción, realizado en mampostería y sillarejo. Presenta una bella portada gótica de los pies, abierta por un arco apuntado, tres arquivoltas y capiteles decorados con motivos vegetales y carátulas humanas. Poseía también una torre, hoy desaparecida, y. por tanto, hace las funciones de torre parroquial una de las del castillo. Los restos más primitivos del templo datan del siglo XV y durante los siglos XVII, XVIII Y XIX se hicieron continuos arreglos y ampliaciones. El interior se ordena en una única nave. Destacan las efigies de San Pedro, San Blas y la Virgen de los Ofertorios.

Además, a unos tres kilómetros del pueblo, dentro del paraje conocido por el nombre de valle de la Vega, se encuentra la ermita Divina Pastora (patrona del pueblo), correspondiente al siglo XVIII y presidida por la talla de la Virgen en la cabecera. Otra ermita visitable es la del Cristo del Humilladero, que fue construida en dos fases y es interesante el pétreo retablo que posee. Destacan en su interior las esculturas del Nazareno, la Dolorosa y la del Cristo Yacente.