La cantidad de agua embalsada en la región mantiene la tendencia a la baja de los últimos cuatro años. Los embalses extremeños contienen un 19,7% menos de agua embalsada que hace un año, al contener 7.678,9 hectómetros cúbicos (hm³) frente a los 10.517 que albergaban en la misma semana del pasado año. En su conjunto, las presas gestionadas por las confederaciones hidrográficas del Guadiana y el Tajo se encuentran al 53,3% de su capacidad.

Los embalses de la Confederación Hidrográfica del Guadiana están al 51,5% de su capacidad con un volumen de agua embalsada que asciende 4.136,1 hm³, tomando como referencia la situación a fecha de 10 de julio. Un año atrás, los embalses se encontraban al 65,4%, lo que se traduce en un descenso anual del 13,9%. Como ejemplo, los dos más grandes de la provincia de Badajoz, los de Cíjara y la Serena, en la actualidad apenas llegan al 45% de su capacidad, mientras que el pasado año superaban el 60%.

«Actualmente, nos encontramos en una situación relativamente normal para la época en la que estamos y no tendremos problemas», destaca el director técnico de este organismo, José Martínez, quien asegura que el suministro destinado al consumo humano y al regadío «está garantizado desde hace mucho tiempo». Sobre este asunto, sostiene que ya se le transmitió esta información a los usuarios en la Junta de Explotación, de manera que se les comunicó que «tenían garantizados todos los usos durante esta campaña y posiblemente para la del año que viene, en cuanto al abastecimiento seguro, y en cuanto al resto de usos prácticamente también».

La tendencia a la baja de las precipitaciones hace que la confederación haga uso de las reservas. «Este es el cuarto año de sequía, las precipitaciones están por debajo de la media y las aportaciones están exactamente igual, así que estamos tirando de la hucha que teníamos», subraya Martínez. Las previsiones de cara al verano no son más halagüeñas. «A medida que se vaya repartiendo el recurso los embalses irán disminuyendo porque previsiblemente en estas fechas no vamos a tener lluvias, ni por tanto aportaciones», apunta Martínez. Pese a ello, asegura que para el año que viene la campaña está «prácticamente garantizada».

SITUACIÓN DEL tajo // En relación a los embalses de la Confederación Hidrográfica del Tajo, en la actualidad se encuentran al 56% (3,542,8 hm³) de su capacidad frente al 83% que registraba en la misma semana del pasado año. Cabe señalar que la presa de Alcántara, la más grande de la cuenca del Tajo en la provincia cacereña, estaba al 90% de su capacidad en julio de 2016, mientras que este año está al 60,6%, con 1.182 hectómetros cúbicos menos de almacenamiento.

Desde esta entidad aseguran a este diario que el abastecimiento y el riego «están asegurados» en la parte de la cuenca correspondiente a la provincia de Cáceres. Hace dos meses, cuando los embalses de la cuenca estaban al 62,5% de su capacidad total de almacenamiento, el organismo ya avanzaba que no habría problemas para el suministro, y con respecto a la campaña de riego del año que viene, indicaban que dependería de las lluvias que cayeran durante el invierno en la mayoría de los sistemas.

TITULARIDAD DE LA JUNTa // Con respecto a los embalses extremeños que son competencia de la Junta de Extremadura, y que suman diez (dos de ellos no disponen ahora de agua embalsada), señalar que se encuentran al 59% de su capacidad. En concreto, los seis relativos a la cuenca del Guadiana (Brovales, P. Aguda, Baluengo, Zalamea, Arroyo Cuncos y Arroyomolinos) están al 64% de su capacidad, mientras que en la misma semana del pasado año registraban un 87,33% de almacenamiento. Por su parte, los embalses del Gobierno regional que se localizan en la cuenca del Tajo (Ahigal, Ayuela, Salor y Madroñera) se encuentran actualmente al 46% de su capacidad, mientras que en julio de 2016 llegaban hasta un 77%.

En el apartado relativo a las precipitaciones registradas en la región, destacar que según informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), desde septiembre a junio el año hidrometeorológico en la región se caracteriza como seco, y la precipitación media en junio fue de 7,2 litros/m², un 34,6% de su valor medio.