Emilio Calatayud, juez de menores de Granada que se ha hecho famoso por sus sentencias ejemplares con fines educativos y formativos, pronunció ayer en Almendralejo la primera de una serie de conferencias en Extremadura para presentar su libro Mis sentencias ejemplares . Hoy estará en Cáceres. En el salón de actos del centro cívico almendralejense, lleno de asistentes, repasó la situación en la que se encuentra los menores en el país, los problemas sociales de la juventud, la relación de padres, hijos y profesores y la ley del menor, sobre la que considera "que hay que dejarla como está" e informar a la gente "de cómo está la ley".

--¿Cuáles son los principales errores que cometen los padres de ahora?

--Yo siempre digo que nunca doy consejos para ser un buen padre; yo doy consejos para formar a un delincuente. Hablo como juez, como padre ya tengo para lidiar lo mío. Para formar a los padres ya están los psicólogos y otros especialistas. Ahora, también digo siempre que hay que ejercer de padre, no de amigos de los hijos.

--¿Hay soluciones para el problema de los menores

--Claro que sí. En el primer momento que se da una charla sobre los menores y está el salón lleno, como ocurre aquí, es que la gente está preocupada. Me llama la atención que una charla de estas la daba hace cuatro años y venían tres padres, que seguro que serían los que menos problemas tienen, y ahora se llena el salón. Todos estamos preocupados como padres y ciudadanos.

--Critica a los medios de comunicación en su charla. ¿Por qué?

--Por supuesto. La televisión hace mucho daño. Está creando unos menores y lanzando unos mensajes que nos quieren poner cosas que todavía no son normales. Lanzando mensajes de que todo vale. Creo que se explota mucho al menor y no se vela por su interés. Deberían de tener una función educativa y están teniendo una mala función educativa.

--¿Cuántas sentencias lleva?

--Como juez de menores entre 15.000 y 16.000, y como juez no lo sé, unas 700 u 800 al año durante 28 años.

--¿De cuál se siente orgulloso?

--Hay muchas. Quizás la primera que me abrió muchas puertas, la primera vez que condené a un chaval a visitar a los tetraplégicos. Me abrió muchas puertas para concienciar a la sociedad. La que más repercusión ha tenido ha sido la de obligar al sentenciado a aprender a leer y escribir, pero me quedó con la de los tetraplégicos.

--¿En este tiempo ha cometido algún error?

--Seguro que he tenido equivocaciones, pero no me arrepiento de nada, pese a haber chavales con los que hemos fracasado.

--Hace dos años se reencontró con tres a los que condenó. ¿Suele contactar con ellos?

--Sí, lo que pasa es que cuando cumplen su medida son ya bastante mayores. Me vienen a ver, me los cruzo por la calle o me he tomado alguna cerveza con ellos. Son gente muy agradecida.

--La pasada semana fueron denunciados dos menores en Almendralejo por pedir dinero en nombre de un colectivo que realmente no existe. ¿Qué haría con ellos?

--Es una estafa, habría que denunciarlo. Depende también de la edad de los menores. Hay que trabajar con los mayores y con los menores, con los dos. A los primeros habría que protegerlos y ver en qué situación se encuentran.

--¿Qué opina de la huelga de jueces? ¿Tiene intención de secundarla?

--No voy decir nada porque hay una reunión próxima. Lo único que voy a decir es que yo no haría una huelga un viernes, porque es fin de semana. La empezaría un lunes.