Emilio fue uno de los pocos clientes que se encontraba en el interior del local en el momento de la pelea. "Yo vi que llegaron los dos chicos de unos 20 años, estaban tomando unas cañitas, y uno de ellos encendió un cigarro hasta que un matrimonio le llamó la atención", explica. Esa primera advertencia, según Emilio, no tuvo consecuencias ya que el chico apagó el cigarrillo. Sin embargo, "volvió a encender un segundo cigarro y cuando el matrimonio volvió a advertirle entonces es cuando empezaron a enfrentarse verbal y físicamente", añadió. Emilio aseguró que tranquilizó a uno de los chicos y sobre lo ocurrido manifestó que es un tema en el que cada uno debe responsabilizarse. "Yo lo vi fumar, pero no le hubiera dicho nada".