Impresionante, por el esfuerzo que es necesario realizar. Así es como catalogaron ayer varias personas el desfile penitencial de Los Empalaos, que ha tenido lugar esta pasada noche en Valverde de la Vera. Alrededor de treinta hombres cumplieron con la manda hecha en su momento por algún motivo personal, que solamente ellos conocen, ya que son muy pocos los que desvelan a las personas más allegadas las causas de su empalamiento.

Al cierre de esta edición continuaban los penitentes recorriendo las estaciones del duro vía crucis, mientras numerosos curiosos se agolpaban en los lugares estratégicos para ver pasar al penitente, mientras los flashes de multitud de cámaras relampagueaban en la noche verata.