Cada parte defiende su parcela. Mientras que las grandes superficies apuestan por la libertad de horario amparados en que genera empleo, el pequeño comercio apoya justo lo contrario, indicando que destruye buena parte de los puestos de trabajo existentes. Desde ANGED, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución, donde se integran la mayor parte de las grandes superficies españolas, se advierte de que "la reducción de domingos destruye empleo", eso sin olvidar --dicen-- que Extremadura es zona limítrofe con Portugal donde hay una total libertad de horarios comerciales. De alguna manera, vienen a señalar que una reducción de número de aperturas generaría un flujo de clientes hacia el país vecino.

Además, señalan, la actual regulación de horarios comerciales con 16 aperturas "ha tenido resultados positivos en el empleo, la dinamización del consumo y la configuración de Extremadura como destino de compra para los portugueses".

También señalan desde ANGED que el comercio ha entrado en la era digital. "No se puede impedir que a través del móvil se pueda comprar en cualquier lugar del mundo a cualquier hora y cualquier día de la semana", indican. Para este colectivo, "la administración debe favorecer el comercio físico, la adaptación y la competencia con el comercio digital, pero no es viable oponerse al mismo".

Desde el pequeño comercio se indica justo lo contrario: "es falso que a más domingos, más empleo". José María Reino, presidente de la FECOBA, la federación de comercio de Badajoz, señala que el ejemplo del fracaso de este modelo es Madrid, donde la liberación de horarios ha traído más desempleo y más cierres de establecimientos. Para él, las 6 aperturas extras de domingos o festivos en Cáceres, Badajoz, Mérida y Moraleja son una "una trampa" y "una mentira", pues no se trata de una afluencia turísticas extraordinaria, sino de clientes de los pueblos de alrededor, cuyas compras repercuten negativamente en el pequeño comercio local. "Lo hemos detectado, abren en Badajoz un domingo y las tiendas situadas en los pueblos de su entorno se mueren de hambre la siguiente semana", dice.

En su opinión, no se trata de coartar la libertad de nadie, sino de saber conjugar ambas cosas que no tienen por qué ser incompatibles. Para él, "las grandes superficies vienen a por todo el pastel y siempre traen como bandera el empleo, pero la realidad es tozuda y si, por ejemplo, en el Faro de Badajoz se decía que se iba a llegar a los 2.000 o 2.500 empleos, lo máximo han sido 800 y en puntas más altas del calendario de compras".