El II Plan de Inmigración de Extremadura prestará especial atención a la violencia de género y al empleo, y trabajará por la integración social, laboral y personal de los más de 35.300 extranjeros que residen en la región. Tendrá una duración de cuatro años y está dotado con 3.078.426 euros procedentes de fondos propios y del Gobierno central.

El plan fue presentado ayer por la consejera de Igualdad y Empleo, Pilar Lucio; y la directora general de Inclusión Social y Prestaciones, Concepción Cáceres. El empleo y las ayudas a mujeres maltratadas son los ejes fundamentales, ya que la tasa de paro entre la población inmigrante en Extremadura es del 19,84%, dos puntos más que la de la población extremeña. Además, de las 38 mujeres que solicitaron acogida en la Casa de la Mujer de Cáceres en el 2008, 13 eran inmigrantes; mientras que de las 27 que pidieron lo propio en la Casa de la Mujer de Badajoz, 16 eran extranjeras. Esta actuación se hace necesaria, insistió Cáceres, porque "ser mujer e inmigrantes supone una doble discriminación".

Asimismo , a través del plan se desarrollarán medidas en áreas como la acogida, la vivienda, los servicios sociales, la salud, la educación, la infancia y juventud, la sensibilización y la mujer. Otro dato destacado es que se ha introducido como novedad la posibilidad de revisarlo anualmente para adaptarlo a la realidad cambiante de la inmigración, según explicó Cáceres. Talleres de formación específicos para la mujer y de refuerzo educativo para los 8.000 menores extranjeros son otras medidas.

Por otro lado, según explicó Lucio, 44.801 personas inmigrantes se beneficiaron de las medidas puestas en marcha en el primer plan, que durante sus dos años de duración desarrolló medidas de acogida y atención a personas inmigrantes procedentes de Canarias, Ceuta y Melilla; de información y asesoramiento jurídico y de control del absentismo escolar, entre otras.