El interés de las empresas por el potencial minero de Extremadura no decae. La Consejería de Economía Enfraestructuras ha recibido 140 peticiones de diferentes compañías nacionales e internacionales para buscar metales, piedras ornamentales o arcillas en diversos puntos de la geografía regional. De ellos ya se han concedido 88 y 50 están en fase de tramitación, a los que se suman otras dos solicitudes de exploración para realizar catas más superficiales. Se buscan sobre todo yacimientos de oro, plata y litio, pero también volframio o piedras ornamentales como el granito.

Extremadura, por sus características geológicas, es una rica región en recursos minerales metálicos y energéticos. Según datos de la Consejería de Economía e Infraestructuras, están inventariados más de mil indicios minerales, habiéndose convertido algunos de ellos en las minas más importantes de España e incluso de Europa. Dos ejemplos son el yacimiento de volframio de La Parrilla, en Santa Amalia, que prevé reabrir sus puertas en 2017, o la antigua mina de antimonio de Alburquerque. El municipio de Monesterio también cuenta con la explotación de Aguablanca (pendiente de la declaración de impacto ambiental para retomar la extracción de níquel bajo tierra) y otra empresa española está realizando prospecciones en busca de litio y tierras raras en el antiguo indicio minero de Tres Arroyos.

El litio se utiliza para la fabricación de las baterías de los smartphones y otros aparatos electrónicos y según explica Eduardo Rebollada, miembro de la Asociación Geológica de Extremadura (Agex), es actualmente uno de los metales que más interés despierta entre las empresas. No en vano, Valoriza Minería (filial de Sacyr), junto a la australiana Plymouth Minerales LTD, ha pedido permiso para realizar prospecciones durante un año en la antigua mina de estaño de Valdeflórez o San José, en los alrededores de Cáceres, donde se estiman unas reservas de un millón de toneladas de carbonato de litio equivalente. «Sería un descubrimiento fantástico», apunta Rebolleda, que considera este proyecto de investigación como uno de los más llamativos entre los 88 activos que hay acualmente en la región.

El geólogo también destaca los permisos para buscar oro y plata, metales que «siempre interesan» por su precio y que no están sujetos a las ‘modas’ como ocurre con otros materiales. Para la búsqueda de oro, hay prospecciones autorizadas en la zona de Ossa-Morena y abarcan a los municipios de Alconchel, Nogales, Almendral, Fuente de Cantos (antigua mina La Hinchona), Jerez de los Caballeros (mina La Bilbaína), Segura de León (indicios de El Chocolatero-Guijarro), Usagre y Granja de Torrehermosa. El proyecto más avanzado, según la consejería, es el de Las Herrerías de Alconchel, donde hay un yacimiento de cobre, oro y hierro. «Los sondeos a lo largo de una franja de 1.650 metros de largo por 200 de ancho proporcionan intersecciones de gran interés», detalla.

LA SIBERIA / Además de la zona de Ossa-Morena, se han concedido permisos para buscar el metal amarillo en el área de Trujillo-Logrosán (también hay autorizadas prospecciones para plata, volframio y cinc), en Valencia de Alcántara y en los municipios pacenses de La Codosera y Casas de Don Pedro. Piedras ornamentales (pizarra y granito), cuarzo, estaño, volframio, plomo, titanio, uranio o hierro son otros materiales que se buscan en Extremadura.

Los permisos de investigación minera permiten a las empresas estudiar el terreno con catas y sondeos para conocer los recursos geológicos existentes de cara a su futura explotación, pero según recuerda Rebolledo muchos no dan pie a la apertura de una mina, al menos de forma inminente. «Puede ser que el material no sea de calidad, o que no haya cantidad suficiente para compensar la inversión necesaria», dice el geólogo, que recuerda que en ocasiones también existe «un cierto juego sucio» y las multinacionales solicitan los permisos para evitarse competencia.

En cualquier caso, desde la Consejería de Economía e Infraestructuras consideran que este sector puede ser un revulsivo para Extremadura y por ello abogan por «una importante labor de apoyo» a las empresas interesadas en investigar y explotar los recursos mineros de la región. «Somos conscientes de que el esfuerzo empresarial necesario para explotar la riqueza minera deber ir acompañado de unas buenas infraestructuras y de un conjunto de acciones que faciliten su labor», detallan desde el departamento que dirige José Luis Navarro. En este sentido, destacan las acciones que se han desarrollado para agilizar la gestión de los permisos, la elaboración de diferentes mapas que permitan inventariar los recursos existentes y la creación del portal web Sigeo, donde se puede consultar el mapa del catastro minero y toda la información geológico-minera de Extremadura. A ello se suma el desarrollo de un concurso de derechos mineros anual con el objetivo de «liberar las zonas caducadas» para ponerlas a disposición de futuros proyectos, todo ello «con una fuerte promoción para atraer nuevas iniciativas empresariales».