«O somos capaces de traer aquí industria que genere empleo en condiciones o la lista del paro seguirá subiendo y bajando sin ningún tipo de estabilidad», expresa Teodoro Casares, secretario de Formación y Empleo de UGT-Extremadura. «Porque ahora vemos que hay alguna mejoría, pero es por la agricultura o el turismo. Y en ambos sectores lo que abunda es la temporalidad y la precariedad por las propias características que tienen los puestos. En el turismo, por ejemplo, lo que tenemos es hostelería y comercio, lo que significa contratos por horas, por días o por semanas, con sueldos escasos, sin perspectiva de futuro. No se puede apostar por eso», apunta Casares. Y añade: «No somos Mallorca ni mucho menos, ni Canarias, no podemos pensar que el turismo es una solución para Extremadura, sobre todo teniendo en cuenta la mala situación de las conexiones ferroviarias y que no van a mejorar a corto plazo».

Casares tiene claro que este sector, en el que la Junta están poniendo tanto empeño, es bueno para el desarrollo de la comunidad, pero no se puede creer en él como una fuente de puestos de trabajo. «Al menos si a lo que aspiramos es a ir eliminando las condiciones precarias que tienen la mayoría de los trabajos».

Por ello insiste en que el futuro de la región pasa por una apuesta real por el desarrollo industrial. R.S.R.