Le cuesta la autocrítica a la hora de hablar de los errores del sindicalismo y defiende con una lealtad incuestionable que CCOO (donde empezó con 29 años) existe para defender los derechos de los trabajadores. Responde con prudencia porque, argumenta, acaba de llegar al puesto. Defiende que trabajar en equipo es uno de sus puntos fuertes. Y tiene claro que no le gusta que gobierne «la derecha» porque castiga las conquistas sociales. Con 60 años, la cacereña Encarna Chacón (licenciada en Historia y exsecretaria de Organización, Finanzas y Formación Sindical) asumió el pasado mes de mayo la secretaría general de CCOO Extremadura, un cargo en el que sucede a Julián Carretero, quien lo ocupó durante 13 años.

-Es la primera mujer en su puesto, ¿cree que eso es noticia?

-No debería serlo, pero aún no hemos roto ese techo de cristal que tenemos las mujeres. Gracias al feminismo lo estamos empezando a hacer para acceder a puestos de responsabilidad de forma natural. CCOO es una sindicato feminista, pero queda una larga tarea para la igualdad.

-¿A la mujer siempre se le cuestiona y se le exige más?

-El patriarcado tiene una fuerte incidencia. Hay que educar para que desparezcan los roles entre niños y niñas que son los que posibilitan perspectivas de futuro diferente. A la mujer siempre se le pide un plus. E incluso hay una gran segmentación laboral con categorías muy feminizadas y peor retribuidas porque son una prolongación de las tareas domésticas. A no ser que las asuman los hombres, y entonces en vez de cocineros son restauradores. También se les exige ser buenas madres. A la mujer siempre se le pregunta cómo concilia, al hombre nunca. Parece un discurso antiquísimo, pero está en el sustrato y hay que seguir peleando, porque el machismo mata y el feminismo libera.

-¿Lo ha vivido en carne propia?

-No me he sentido identificada muchas veces con el lenguaje cuando se hablaba solo de los delegados. A las mujeres nos ha tocado pelear más. Pero yo quiero hablar del presente y ahora se ha asumido con mucha naturalidad que sea una mujer que esté al frente de la secretaría general.

-Esta semana la frutícola Valgren ofrecía 60 euros a los hombres y 50 a las mujeres por el mismo trabajo de ocho horas. La empresa dice que fue un error de redacción.

-No ha sido un error. CCOO intervino y se retiró la oferta.

-¿Por qué se presentó al cargo?

-Porque las mujeres debemos tomar decisiones y porque quiero devolver al sindicato todo el bagaje que me he ido llevando.

-¿Le deja Julián Carretero el listón muy alto?

-Somos personas diferentes y van a ser liderazgos diferenres. El listón está alto pero yo no voy a emular nunca a Julián. No quiero compararme con nadie, pero las mujeres que miramos por las gafas del feminismo tenemos una forma más horizontal de trabajar.

-¿Por qué la clase trabajadora ya no confía en los sindicatos?

-CCOO es el primer sindicato de España y de Extremadura y eso es porque se confía en nosotros. Los mismos que provocaron la crisis han debilitado las herramientas para que no pudiéramos salir de ella. Por eso es importante que la gente esté afiliada.

-¿No hay autocrítica?

-Los medios de comunicación y el propio poder ha ido a por nosotros. Se nos ha atacado porque entendían que somos un peligro. Me cuesta la autocrítica porque veo los esfuerzos que se hacen. Claro que hemos hecho cosas mal. Y cuando convocas una movilización y no ocurre lo que esperas, ¿algo pasa no? Pero ahí tenemos a la Iglesia, la institución con más siglos. Claro que tiene curas pedófilos, pero no por eso decimos que toda la Iglesia es pedófila.

-Anticorrupción llevó al juzgado una denuncia por fraude en cursos de formación que afecta a CCOO Extremadura.

-La formación se impartió, la gente se cualificó y las facturas se pagaron. Todo estaba en regla. Estamos deseando que la fiscalía se pronuncie porque el sindicato se ha tenido que salir de impartir formación y era una herramienta buena para los trabajadores.

-¿Cuáles son las principales heridas de Extremadura?

-Estamos a años luz de la media de otras regiones. La crisis ha agudizado mucho más ese problema y como no haya solidaridad por parte del Estado, de aquí no salimos. El tren es una necesidad porque es una oportunidad, y necesitamos inversión pública. Y que no ocurra como en Canarias, que se invierte más allí (contará con vuelos más baratos) porque han apoyado los presupuestos generales.

-El jueves mantuvo su primer encuentro oficial con el presidente Vara, ¿qué impresión se llevó?

-Que hay necesidad de diálogo social y esa posibilidad con el gobierno anterior se rompió.

-Voces críticas dicen que Vara ha estado más pendiente de Madrid y las primarias que de la región.

-Me hubiera gustado que hubiera estado más pendiente de lo que ocurría aquí y sin un posicionamiento claro (hacia un candidato). Pero él hace su trabajo y yo no voy a entrar a juzgarlo. Sí le pido que refuerce el papel de Extremadura frente al Gobieno central, y que no lo haga solo.

-¿Es coherente defender la sanidad y la educación pública y después hacer uso de la privada?

-Pasa incluso dentro del propio arco parlamentario. Hay que tener más coherencia, pero en todos los ámbitos de la vida. Los seres humanos somos contradictorios, pero coherencia hay que tener, eso también es educable. No obstante, no quiero ser intransigente y definirlo como una incoherencia.