La procesión de El Encuentro cerró ayer los actos de la Semana Santa cacereña. Con la plaza Mayor abarrotada de público y un sol radiante la cofradía de La Soledad volvió a emocionar con el encuentro entre Cristo Resucitado y la Virgen de la Alegría. Una vez juntos y arrodillados uno frente a otro, la plaza Mayor se sumió en un intenso aplauso que se adornó con el vuelo de palomas y globos blancos, símbolo de la resurrección de Cristo.

Ayer se despidió una Semana Santa cargada de emociones y sorpresas y a la que ha acompañado el tiempo, tan solo los tuvieron que suspenderse los desfiles del Miércoles de Pasión (día 24 de marzo) y del Lunes Santo debido a la lluvia. Por lo demás, ha sido todo un éxito teniendo en cuenta que, además, la procesión Magna consiguió por fin celebrarse con normalidad, ya que desde 1994 los cacereños no habían podido disfrutar de ella debido a la lluvia.

"Ha sido una Semana Santa sumamente positiva. El tiempo nos ha acompañado y ha salido todo muy bien. Aunque destacaría la celebración de la Magna, que ha sido un gran éxito y en la que la relación entre las cofradías ha sido espectacular", dijo ayer el presidente de la Unión de Cofradías Penitenciales de Cáceres, Juan Narciso García-Plata, que ha vivido su última Semana Santa al frente de las hermandades tras cuatro años ostentando ese cargo (en los próximos días habrá elecciones).

Juan Narciso aseguró haberse despedido a lo grande con la celebración del Santo Entierro Magno y quiso agradecer la labor de todos los cofrades: "la Semana Santa no solo es cosa de los directivos. Sino que es una labor de miles de personas. Hay mucha gente que con su trabajo callado hace posible esta celebración", explicó.

La masiva afluencia que ha registrado durante estos días la plaza Mayor (sobretodo en la procesión Magna) volvió a evidenciar que la Semana Santa, que aspira a conseguir el título de Interés Turístico Internacional, se ha convertido en uno de los mejores reclamos para el turismo de la ciudad. Calles, hoteles, bares y restaurantes estaban abarrotados. De hecho, los hosteleros de la zona monumental reconocieron que este año se han superado las expectativas.