El lavavajillas mal programado, el horno abierto a cada rato, el aire acondicionado mal colocado, las bombillas sucias... y así una y otra vez hasta que los hogares extremeños derrochan nada menos que el 9,9% de la energía que consumen.

Así se desprende del primer estudio sobre la Eficiencia Energética en el hogar , elaborado por Unión Fenosa y que sitúa a Extremadura como la cuarta comunidad con más energía derrochada, superando únicamente a Canarias, Galicia y La Rioja. De esta forma, el informe elaborado por la compañía eléctrica pone nota a cada región en este sentido y revela que, en realidad, no hay grandes diferencias autonómicas. La mejor nota se la lleva Madrid, con un 6,34 sobre 10, y la peor corresponde a Canarias (5,88). Extremadura logra un 6 y la media nacional se sitúa en el 6,2. Esto supone, entre otras cosas, que entre la comunidad autónoma más eficiente y la más derrochona la nota apenas varía en medio punto.

Para hacerse una idea de lo que se está derrochando, hay que tener en cuenta que la energía que se desperdicia cada año en cada hogar extremeño serviría para ver 11.000 horas de televisión; poner 500 veces la lavadora a plena carga; o tener el frigorífico encendido un año y medio. Aún más revelador. Si todo el país frenase durante un año estas pérdidas, se podrían iluminar todos los campos de fútbol de Primera División durante 400 temporadas.

Las causas

A la hora de analizar las causas por las que la energía vuela de nuestras casas, el estudio de Unión Fenosa señala como principal problema lo poco que se utilizan las bombillas de bajo consumo. Tampoco son habituales los perlizadores o sistemas de reducción de caudal del agua. El desconocimiento del etiquetado energético de los electrodomésticos y el uso poco eficiente del lavavajillas --"forma ineficiente de cargarlo y elección inadecuada del programa de lavado"-- completan este panorama.

Además, este informe permite dibujar un perfil del usuario eficiente: persona de entre 35 y 50 años; vive en una gran ciudad; tiene un elevado nivel de renta; tiene al menos un hijo de menos de 10 años; y trabaja fuera de casa.