«Es una impensable que haya llegado a ser presidente», asegura Nuria Agulló, con apellido heredado de su padre valenciano. Estudió en Nueva York y la torre Trump, el estandarte del magnate, le caía de camino. Vivió incluso su construcción. Ahora tiene 56 años y se gana la vida como autónoma. Da clases de inglés en Cáceres entre otras cosas. «No me parece una figura que pueda representar a los EEUU» añade y lo califica de «narcisista y pueril». «Es un bebé grande», señala. No obstante, matiza su opinión y resalta que «no todo es blanco o negro». En ese sentido, cree que «dice muchas barbaridades» y pero que se quedará «en las palabras». Achaca su victoria al error del partido demócrata al no elegir a Sanders y ataca a Bush, su predecesor republicano y concluye que la revolución la hará en casa. «No le interesa entrar en conflictos armados», concluye.