Con el mismo propósito que el común de los mortales, Abdelmajid abandonó su ciudad natal, Casablanca, para buscar más oportunidades en España. Salió de Marruecos con apenas 16 años con un permiso para estudiar en Madrid, donde vivía uno de sus diez hermanos, y varios años después tras pasar Galicia, se asentó en Badajoz en el año 2000. Entonces abrió un gran bazar de venta al por mayor, que la crisis convirtió en una tienda en Pardaleras, de nombre Nadia, que comparte con otro de sus hermanos, pero a duras penas pueden vivir de ello. "Hago otros trabajos como venta ambulante para salir adelante, pero llevo casi tres años en el paro". Casado con una marroquí de Malpartida de Cáceres a la que conoció mientras celebraba en familia la obtención de la nacionalidad española y padre de tres hijos, dice que no se ve adaptándose a otra ciudad lejos de Extremadura, pero está pensando en emigrar a Francia o Bélgica para trabajar.

--¿Por qué decidió salir de Casablanca?

--Porque allí no había oportunidades de trabajo, la mayoría de la gente estudia, obtiene el título, pero se queda sin empleo. Vine con la idea de echar una mano en mi casa, somos diez hermanos y mi padre tenía una tienda de babuchas, no llegaba. Así que decidí irme con un hermano a Estrasburgo el primer año y luego me mudé a Badajoz con un tío mío. La verdad que no llegué a estudiar aquí, pero no he tenido problemas para ir renovando los visados, hasta que obtuve el permiso de residencia y hace diez año, la nacionalidad española.

--¿Cómo es la vida allí?

--Era muy dificil, no me ha gustado salir de mi país pero estaba obligado. Ganarse la vida en Marruecos es complicado, si no tienes un oficio no ganas nada y lograr ese oficio también cuesta dinero.

--¿Ha sentido discriminación?

--La verdad es que en España hay de todo, pero en Badajoz no he notado tanto que soy extranjero como en Madrid. Allí hay más inmigración y es diferente, pero Badajoz es una ciudad tranquila, aunque a veces te cruzas con algún cabezota que no te respeta. Hay de todo.

--¿Cómo ve la situación actual de la inmigración?

--Muy mal, conozco a mucha gente que se ha ido de España a otros países y yo estoy pensando en irme también. No veo tanta salida como antes y pese a que dicen que la crisis se está arreglando las cosas siguen estando mal, cada vez hay más negocios cerrados.

--¿Qué le diría a esa gente que arriesga su vida para llegar a España en busca de una vida mejor?

--Qué las cosas aquí no son como ellos esperan. Pero eso es fácil decirlo desde aquí, esa gente que viene piensa que van a encontrar un paraíso, pero están equivocados. Ellos creen que les estas tomando el pelo y quieren venir a comprobarlo porque la vida allí es muy difícil. Conozco a gente que ha dejado su permiso de residencia aquí y se ha vuelto a Africa, sobre todo gente que tiene estudios o un oficio.

--¿Cómo se ve Europa en Africa?

--Sigue pareciendo un paraíso allí, pero ya no tiene nada que ver con hace 20 años. No hay trabajo ni para los del propio país. Las cosas han cambiado mucho.

--¿Y esos cambios los conocen los africanos que arriesga su vida para cruzar el estrecho?

--El tema de la emigración creo que ha bajado bastante, pero la gente quiere comprobar las cosas por sí mismo. No sé quién tiene la culpa, si están mal informados, pero ya no son los marroquíes los que saltan la valla, africanos de otros países se han multiplicado... Me da pena cuando veo las noticias, esa gente que no llega, que tienen esa enorme ilusión y al final están comprando su propia muerte. Conozco muchos casos.

--¿Cómo ve el conflicto que existe entre su país y el Sáhara?

--No quiero entrar en ese tema, pero realmente a mi me da igual lo que coja cada pueblo, solo quiero vivir en paz. El conflicto comenzó en el año 75 y me pregunto hasta cuándo seguirá. Creo que las dos partes están engañando y lo que deberían hacer es sentarse a dialogar y llegar a un acuerdo pacífico. Los conflictos no conducen a nada.

--¿Cree que Europa vive de espaldas a la realidad de Africa?

--No creo que ayude mucho. Hay muchos niños que siguen muriendo cada día, si hubiera alguna ayuda eso no pasaría... Realmente si hay ayudas no están llegando a los pobres, hay muchas mafias de por medio.

--¿Qué problemas tiene Marruecos?

--Además de la pobreza y las desigualdades que existen, hay conflictos y falta seguridad. Yo no me siento seguro en Marruecos, siento miedo y cuando voy estoy muy pendiente de mis hijos. No hay seguridad.

--Habla de pobreza, pero es un país con muchos recursos...

--En Marruecos tienes todo lo que quieras. Puedes ver mucha pobreza y mucha riqueza también. El problema principal es que no hay clase media: la gente es pobre pobre o rica rica. Conozco familias allí que mandan a sus hijos a estudiar fuera y pagan hasta mil euros al mes por ellos, mientras hay otros niños que tienen que llevar los libros en una bolsa porque no pueden ni comprar una mochila.

--¿Qué opina de limitar la atención sanitaria a inmigrantes ilegales?

--Eso es muy cruel y no creo que sea cosa del español porque siempre le gusta ayudar.

--¿Qué le gusta de Extremadura?

--La tranquilidad y la gente, que es muy amable y acogedora. También que la vida es barata comparada con otras comunidades. En Badajoz desayuno media tostada y café por un euro, en Madrid por lo mismo tengo que pagar 2,50 euros.

--¿Qué recomendaría visitar de su país?

--Primero Casablanca, por supuesto, pero Marrakech es imprescindible también. Luego en función de lo que quieras, montañas y tranquilidad lo encuentras en Agadir, por ejemplo, hay una naturaleza preciosa,... hay sitios muy bonitos allí.

--¿Por qué existe en Marruecos una gran afición por el fútbol?

--No hay nada que hacer, solo ver y jugar al fútbol. Es parte de mi vida, siempre he sido jugador y sigo haciéndolo hasta que el cuerpo aguante. El fútbol allí es mucho más de lo que imaginas. La final Copa del Rey entre el Madrid y el Barcelona se celebró allí más que en España, no hay un sitio libre para ver el partido... Hay mucha pasión.