Caja Rural de Extremadura entregó ayer los VII Premios Espiga a los mejores jamones ibéricos de bellota de la Denominación de Origen Dehesa de Extremadura. La empresa Centeno Pozo, de Zalamea de la Serena logró la Espiga de Oro; Jamones y Embutidos Angeles, de Jerez de los Caballeros se hizo con la de plata y, por último, Casa Bautista de Montánchez ganó la de bronce.

Con los premios Espiga a los jamones de la DO, Caja Rural pretende impulsar este producto que destaca como uno de los grandes valores de la región extremeña. "Una joya gastronómica que hay que poner en valor", según el presidente de la entidad, Mariano Señorón.

Por otro lado, el consejero extremeño de Economía, Manuel Amigo, animó al sector del ibérico a dar el paso para dimensionar sus empresas y poder atender así la demanda de los grandes consumidores.

La elección de los jamones se hizo en el Instituto Tecnológico de Extremadura (Intaex) mediante una cata ciega.