--¿Es importante ofrecer programas como el de la Universidad de Mayores?

--Si empiezo a comparar, lo que conocí de joven y lo que hay ahora, fíjate, este ejemplo de la Universidad de Mayores, mil alumnos en una universidad en Extremadura que no es ni la región más rica ni la más poblada de España. Esto no hubiera sido posible sin la España que tenemos ahora, ya sé que hay problemas, que todo el mundo quiere vivir cada vez más y mejor, que queremos que llueva cuando queremos y no cuando le da la gana al cielo, pero es verdad que este tipo de experiencias le devuelven a uno la confianza en tu propia ciudadanía. Somos un pueblo con ganas de trabajar y no con ganas de bronca, con ganas de aprender, la prueba es que hay mil personas jubiladas dispuestas a seguir aprendiendo en lugar de irse a su casa a retirarse, y esto es algo que hay que apoyar.

--¿Conocía esta iniciativa?

--Sí, desde hace un par de años, y ahora con más detalle. Es un programa que debería exportarse a otras comunidades, debería copiarse el ejemplo.

--¿Por qué cree que funciona tan bien en Extremadura?

--Quizás por esa conciencia de dispersión del hábitat, quizás también porque es una región más bien olvidada por los poderes, aquí es verdad que ha venido muy bien el autogobierno y ha permitido hacer acciones como ésta que ha llegado a la gente, que ha respondido en masa, y eso demuestra que había una necesidad.