La consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez, ha destacado hoy que el Estado debe aumentar los fondos destinados a educación de forma progresiva desde el 3,6% del Producto Interior Bruto (PIB) nacional actual al 7%, para poder asegurar un buen pacto.

La consejera, que ha comparecido en el Senado en la ponencia sobre el Pacto de Estado por la Educación, cree que es necesario «anclar» al PIB el gasto en Educación y hacerlo muy por encima de lo que lo se hace en la actualidad.

A su juicio, sólo con una financiación adecuada, el pacto educativo puede garantizar la igualdad de oportunidades, representada especialmente en Extremadura con la escuela rural y los servicios educativos complementarios, como son el transporte escolar, el comedor escolar o las aulas matinales.

Además, la consejera pidió que el Pacto de Estado recoja que la educación sea obligatoria de los 6 a los 18 años (2 años más que ahora) y gratuita desde los 0 a los 18 años, ya que en la actualidad de 0-3 años no es gratuita.

También ha abogado por mejorar la participación del alumnado y las familias con el profesorado y la vida del centro, así como dar participación a los consejos escolares, algo que, en su opinión, «ha coartado la Lomce».

valores/ La titular de Educación y Empleo pidió que se flexibilicen los currículos educativos para que estos se adapten a la actualidad y también para que formen en valores y en competencias, como la igualdad, el respeto a la diversidad o la conciencia ambiental.También demandó que se potencien las competencias en idiomas y en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) e insistió en la necesidad de incorporar a los currículos aspectos didácticos innovadores.

Además la consejera también habló de la necesidad de «reconstruir la profesión docente» y de cómo mejorar el sistema de acceso a la función pública docente para actualizar el perfil del docente, pero también para recuperar el reconocimiento social de estos profesionales.

Esther Gutiérrez ha aprovechado este foro también para poner de manifiesto la necesidad de que la educación se aproxime al tejido productivo, algo que se debe aplicar a todas las enseñanzas, pero que ya se aprecia en la Formación Profesional, aunque ésta «debe evolucionar para ser más atractiva y efectiva». En ese sentido puso como ejemplo el proyecto Ítaca.