Al estilo Ibarra. Así compareció ayer José Antonio Monago en la Asamblea de Extremadura: Levantando la mano, pidiendo la palabra y saliendo a dar estopa. Lo que pasa es que empleó una hora y 40 minutos nada menos, y más que hablar de los presupuestos del 2015, objeto del debate que ayer nos ocupaba, rindió cuentas con el PSOE de Fernández Vara, contraponiendo los resultados de la legislatura que ahora termina con la anterior que protagonizaron los socialistas, todo ello con el aliciente de que el presidente de antes es ahora el líder de la oposición y, a la vez, va a ser su principal oponente en las próximas elecciones autonómicas de mayo.

Pedir la palabra cuando se considera oportuno y hablar sin tiempo establecido es una facultad que le otorga el reglamento de la Cámara al jefe del Ejecutivo. Gusta cuando se está en el Gobierno, pero fastidia sobre manera cuando se ocupa la bancada de la oposición. El ex presidente Ibarra se acogía a esta prerrogativa cuando creía conveniente castigar a su oponente o cuando notaba que la oposición le estaba mojando la oreja a alguno de sus consejeros. Monago, que ha utilizado muy poco esta facultad durante la presente legislatura, siguió ayer sus pasos, pero esta vez no fue algo improvisado, sino formando parte de una estrategia de desgaste del contrincante rebatiendo todos sus argumentos. Es el handicap que tiene haber gobernando anteriormente, que cualquier crítica vertida desde la oposición puede tener su réplica sacando a la palestra el ejemplo de lo anterior.

La de ayer era la última sesión de relevancia del Parlamento regional antes de las urnas de mayo y Monago no iba a permitir perder este foco mediático para arrinconar al PSOE, sobre todo sabiendo de antemano que la enmienda socialista a sus Presupuestos, así como la formulada por los regionalistas del Prex-Crex, no iban a salir adelante dada la anunciada abstención de Izquierda Unida. Sin embargo, la jugada fue aún más redonda de lo esperado: el Prex-Crex llegó a un acuerdo de mínimos al final del debate con el consejero Clemente Checa y retiró su enmienda revalorizando su papel por conseguir cosas tan vitales como la reapertura de Puntos de Atención Continuada o más plazas para oposiciones de Secundaria; y diferenciándose a la vez del PSOE, grupo del que formaba parte hasta septiembre del año pasado.

Exito para el Prex-Crex, pero doble éxito para el PP. Los populares sacan adelante sus cuentas, las últimas de la legislatura, dejan al PSOE solo y encima le cantan las cuarenta porque sus críticas de ahora contravienen sus acciones de antes. En fin.